Leonardo Casado (ClarkeModet): “Gestionar la innovación con estrategia es la clave para que una startup crezca sin miedo”
El especialista en innovación y propiedad intelectual de ClarkeModet reflexiona sobre los desafíos de las startups tecnológicas, la necesidad de proteger la innovación desde sus fases más tempranas y la oportunidad de fortalecer el puente entre España e Hispanoamérica.
“Proteger la innovación desde el inicio es la clave para que una startup crezca sin miedo”
En el universo acelerado de las startups, donde las ideas se transforman en productos antes de que el mercado termine de asimilarlas, la innovación es tan valiosa como frágil. Y protegerla, advierte Leonardo Casado, IP Consultant e Innovation Specialist en ClarkeModet, es la diferencia entre crecer o desaparecer. Desde su participación en StartUp Olé, Casado reivindica el papel estratégico de la propiedad intelectual como el verdadero motor del emprendimiento tecnológico.
“Las startups viven con recursos limitados y un ritmo vertiginoso. No pueden especializarse en todo. Por eso es fundamental contar con socios que les acompañen desde el principio. Los errores en las primeras fases se pagan muy caro cuando llega el momento de internacionalizarse.”
Proteger la tecnología: del laboratorio al mercado
Casado explica que la protección tecnológica no comienza cuando una empresa despega, sino en el mismo momento en que nace una idea.
“Trabajamos con emprendedores desde que tienen un producto mínimo viable o incluso antes, cuando su proyecto todavía está en el laboratorio. Una estrategia de propiedad intelectual debe crecer al mismo ritmo que el producto y el modelo de negocio”.
La protección, insiste, no es algo estático: “Registrar una marca o una patente no basta. Las startups deben adaptar su estrategia conforme evolucionan sus productos, incorporan inteligencia artificial o nuevos materiales, y responden a las demandas del mercado”.
Cada mejora genera innovación, y cada innovación —si se gestiona bien— puede convertirse en una ventaja competitiva mediante patentes o secretos empresariales.
Innovar y financiar: dos caras de la misma estrategia
Para Casado, proteger la tecnología y acceder a financiación son procesos inseparables. ClarkeModet, a través de su filial Arosa, acompaña a las startups en la búsqueda de fondos públicos, ayudas europeas y deducciones fiscales que fortalezcan su crecimiento.
“En sectores como el de la salud o la industria, los proyectos queman capital a un ritmo altísimo. Una empresa puede necesitar un millón y medio de euros solo para ensayos clínicos o certificaciones. Acceder a financiación pública permite reducir el riesgo y evitar una dilución excesiva del capital”.
Esta visión integral —propiedad intelectual, financiación e impulso regulatorio— es lo que distingue a ClarkeModet:
“Una patente puede ayudarte a obtener financiación; una buena estrategia regulatoria puede abrirte puertas en convocatorias europeas. Cuando todo está conectado, la empresa crece de forma sólida y sostenible”.
España, ciencia excelente con déficit de innovación
A pesar del dinamismo del ecosistema emprendedor español, Casado considera que España sigue fallando en la transferencia de conocimiento.
“Somos excelentes en ciencia, pero seguimos rezagados en innovación. Generamos muchas ideas, pero pocas llegan al mercado. Falta cultura de protección y de estrategia”.
Parte del problema, señala, está en la educación:
“En la universidad no se enseña a emprender. Hay que romper el estigma de que el empresario es el malo de la película. El emprendimiento debe verse como una opción natural desde la formación. Si se fomenta esa mentalidad desde las aulas, estaremos sembrando la próxima generación de innovadores”.
El experto apunta que las universidades deben valorar también la transferencia de conocimiento, no solo las publicaciones académicas. “Desarrollar un material que acaba guardado en un cajón no tiene sentido. Lo importante es transformarlo en un producto que mejore la vida de las personas.”
Un modelo por seguir: la conexión con el sector privado
Casado menciona que algunos grupos de investigación en España ya están logrando ese equilibrio gracias a su colaboración con la industria:
“Las universidades que trabajan con empresas entienden que su investigación debe tener una aplicación real. Reciben financiación, generan impacto y contribuyen al tejido productivo. Ese es el camino”.
España e Hispanoamérica: dos ecosistemas con una misma lengua de innovación
La conversación se amplía hacia el ámbito internacional. Para Casado, la colaboración entre España e Hispanoamérica es uno de los grandes activos del futuro innovador iberoamericano. ClarkeModet opera en prácticamente todos los países del continente, lo que les ha permitido construir puentes sólidos entre ambos lados del Atlántico.
“Compartimos idioma, cultura y una manera de entender los negocios. Eso facilita las alianzas y permite que una startup española pueda dar el salto a Hispanoamérica —o viceversa— con mucha más facilidad”.
Casado observa que América Latina está viviendo ahora el despertar de la innovación abierta, con corporaciones y organismos públicos que comienzan a impulsar programas similares a los europeos.
“Allí el concepto está calando con fuerza. Y España, por su posición y su experiencia, puede ser el socio natural para acompañar ese crecimiento. No hay mejor puerta de entrada a Europa para las empresas hispanoamericanas que nuestro país”.
Para él, esa relación debe entenderse como un ecosistema compartido de innovación, donde la cooperación y la transferencia de conocimiento sean la base del progreso común.
“Las startups de hoy pueden ser los unicornios de mañana. Si somos capaces de conectar talento, proteger la tecnología y generar confianza, estaremos construyendo una comunidad iberoamericana de innovación que compita de tú a tú con las grandes potencias”.