Alejandro Nimo

“Inocencia Fiscal”, la nueva etapa para la economía argentina

Alejandro Nimo con Milei
Entrevista al Consejero y Cónsul General para Inversiones ante España, Alejandro Nimo
 

Tras la sanción en el Senado de la ley que modifica el Régimen Penal Tributario, conocida como “Inocencia Fiscal”, y la aprobación por gran mayoría del Presupuesto Nacional 2026, el Cónsul General de la República Argentina ante España, Alejandro Nimo, analizó los alcances de estas medidas y aseguró que el país ingresa en una etapa de crecimiento económico sin precedentes.

Cónsul, ¿qué implica concretamente la ley de “Inocencia Fiscal” que fue aprobada ayer por el Congreso argentino?

Es una reforma profunda y muy necesaria. La ley introduce un cambio de paradigma en el Régimen Penal Tributario: deja atrás un sistema excesivamente punitivo y persecutorio, y lo reemplaza por uno que prioriza la buena fe del contribuyente, la previsibilidad jurídica y la normalización de la actividad económica. En términos simples, el Estado argentino deja de tratar como delincuentes a quienes producen, invierten y trabajan. Esta visión está directamente inspirada en los principios de la Escuela Austríaca de Economía, que valora la libertad individual, la propiedad privada y la responsabilidad personal frente al mercado.

¿Cuáles son los principales efectos económicos que se esperan?

El impacto económico es muy significativo. Inmediata reactivación del consumo interno y puesta en acción de proyectos de larga maduración basados en ahorro real que ahora saldrá de debajo del colchón para formar parte del sistema productivo, lo que también significa más empleo y de mayor calidad. 
Este tipo de leyes reduce la criminalización de errores formales o incumplimientos menores, eleva los umbrales penales y brinda seguridad jurídica. Eso genera un incentivo inmediato a la formalización, a la repatriación de capitales y a la inversión productiva. Cuando un empresario sabe que no será perseguido penalmente por cuestiones administrativas, invierte, contrata y produce más. Estas políticas no son improvisadas: están pensadas bajo los fundamentos que aprendí durante años con el profesor Jesús Huerta de Soto, quien me formó para entender cómo las ideas austríacas pueden convertirse en herramientas efectivas y ahora se está demostrando. 

También se aprobó por gran mayoría el Presupuesto Nacional 2026. ¿Qué significa esto desde el punto de vista fiscal?

Es un ejemplo contundente de orden fiscal. La aprobación del presupuesto refleja disciplina, previsibilidad y responsabilidad en el manejo de los recursos públicos. Es coherente con las enseñanzas de la Escuela Austríaca: un Estado limitado, ordenado y transparente permite que la economía privada florezca. Esta combinación de reformas fiscales y presupuesto responsable genera un clima de confianza para inversores, empresarios y ciudadanos.

¿Cómo se vincula esta medida con la política económica del gobierno de Javier Milei?

Es absolutamente coherente con el rumbo del gobierno del presidente Javier Milei. Estamos hablando de un modelo basado en la libertad económica, el respeto por la propiedad privada y la reducción del tamaño y la arbitrariedad del Estado. “Inocencia Fiscal” y el presupuesto aprobado son señales muy claras: la Argentina vuelve a ser un país normal, donde el Estado confía en sus ciudadanos y el derecho penal es la última instancia, no la primera. Todas estas medidas forman parte de un plan estructurado inspirado en la Escuela Austríaca, y buscan liberar la capacidad productiva de la sociedad.

Desde su rol en España, ¿qué percepción observa entre inversores y empresarios sobre estas reformas?

Hay un interés creciente y muy concreto. En Europa, y particularmente en España, estas medidas se interpretan como señales de madurez institucional y estabilidad económica. Muchos inversores ven que la Argentina está ordenando su marco legal y fiscal, algo clave para cualquier decisión de largo plazo. La combinación de un presupuesto responsable y reformas que promueven seguridad jurídica cambia completamente la percepción del país y despierta confianza en la inversión extranjera.

¿Puede hablarse de una nueva etapa para la Argentina?

Sin ninguna duda. Se viene una era de crecimiento enorme para la República Argentina. No es un milagro: es el resultado de decisiones estructurales basadas en la libertad económica, el respeto por la propiedad privada y la reducción de la intervención estatal, pilares de la Escuela Austríaca. Con reglas claras, baja inflación, responsabilidad fiscal y un sistema tributario más racional, la Argentina tiene todo para desplegar su potencial productivo. El mundo lo está empezando a ver, y estas leyes y el presupuesto 2026 son piezas centrales de ese nuevo escenario.

Un mensaje final para los argentinos que viven en el exterior

Que miren a la Argentina con esperanza y confianza. El país está cambiando de raíz. Estas reformas buscan dar mayor libertad a la sociedad y a quienes quieren invertir, producir y volver a apostar por su país. La Argentina está de pie y mirando al futuro, y las ideas austríacas que aplicamos desde el gobierno de Milei serán la base para consolidar un crecimiento sostenido y una economía más libre.