Entrevista a Yennis Molina Alfonso
Para el caso que nos ocupa, emergente es aquel que comienza a descollar, sin importar su edad y ocupación, aunque nuestro interés se centra en las artes y las letras, queremos vernos las caras con aquellos que sobresalen o comienzan a hacerlo, a destacar, despuntar, resaltar o distinguirse, para conocimiento general del respetable, y qué mejor que haciéndonos partícipes del personaje.
La Firma invitada: Yennis Molina Alfonso.
Seudónimo, alias, nombre artístico o de guerra.
No suelo usar seudónimo, a no ser que sea un requisito para participar en algún concurso. En esos casos, el elegido es Nelda.
Lugar y fecha de nacimiento.
Alicantina nacida en Cuba, 24/02/1973
¿Por qué escritora?
Mi deseo de empezar a escribir fue creciendo en el tiempo, sin darme cuenta, alimentándose de mi amor a la lectura. Luego evolucionó hasta convertirse en una necesidad. Busqué cursos de formación que me permitiesen contar con las herramientas para convertir mi ilusión en una apuesta profesional. Entonces me atreví a dar a conocer mis textos en redes sociales y presentarme a diferentes convocatorias de concursos y antologías de relatos.
¿Cuándo supiste que lo tuyo era esto?
Durante la mayor parte de mi vida he sido una persona de ciencias y sigo siéndolo. Estudié Química por vocación; me gusta conocer el porqué de las cosas, la investigación, crear cosas nuevas en un laboratorio…
Pero llegó un momento en el que cada vez que tenía algo de tiempo libre, lo que hacía era ponerme a escribir. Era otra manera de crear, me seducía y me hacía feliz: El tiempo pasaba volando entre palabras y sensaciones.
No he renunciado a mi profesión, pero intento dedicarle más tiempo a la escritura.
Un norte o principio inamovible
No hagas a los demás lo que no te gusta que te hagan a ti.
¿Cuáles son tus influencias?
Mi familia, mis profesores, mis amigos y todos los libros que he leído a lo largo de mi vida.
¿Y tu referente?
Es una pregunta difícil, no me he detenido a pensar en ello. Siempre he intentado ser fiel a los principios que me inculcaron mis padres.
¿Cuál es, a tu juicio, la mejor novela?
La novela que conecte con mis emociones. Hay muchas así. No puedo quedarme con una sola.
¿Y tu mejor obra?
Acabo de publicar mi primera novela, ahora son los lectores quienes tienen la palabra. Ellos son los que deben valorarla.
¿A quién consideras el mejor escritor?
Al que no se conforma, al que se atreve a desnudarse a través de las palabras sin censuras y que no se deja dominar por el ego.
Con quién cenarías, con quién no, y porqué.
Es otra pregunta difícil. Nunca me lo he planteado. Cenar es algo íntimo que comparto con mi familia y amigos. Siguiendo esa línea, elegiría cenar con muchas personas hermosas que ido conociendo en el transcurso de esta aventura literaria.
Creo que debo ser muy cuidadosa en este punto. Y os cuento el motivo:
Tuve una cita a ciegas en la que cené con un “desconocido” hace más de 25 años y se convirtió en marido y padre de mi hija.
¿El hábito hace la monje?
Suele ser así. La práctica de cualquier oficio permite pulir los errores.
¿Crees que la cultura en general es independiente?
Debería serlo, pero está todo tan politizado que cada día lo es menos.
¿Y la novela en particular?
El proceso creativo lo veo como algo independiente, entre el escritor y sus motivaciones. La publicación o no de la novela por parte de una editorial, creo que puede estar más influenciado por otros factores; lo que está de moda en ese momento, lo políticamente correcto o no, la línea de la editorial, etc. Los autores que autopublican sus obras son más libres en este sentido.
Tu última obra
Un tacón roto. Es una novela que comienza con un incidente aparentemente tan banal como la rotura de un zapato en una entrevista de trabajo y este hecho se convierte en un punto de partida de una historia llena de matices sobre las segundas oportunidades, el amor propio y la capacidad de volver a levantarse.
También es un homenaje a la cuidad de Alicante, al valor de la familia y los amigos.
Tu próximo proyecto
Estoy trabajando en un libro de microrrelatos. Será una recopilación de textos que he escrito en los últimos años.
Una anécdota divertida
Suelo advertir a las personas que conozco que todo lo que digan puede ser utilizado como alimento para mis musas. Que si en algún momento se ven reflejadas en alguno de mis textos no es solo coincidencia. Eso sí, todo lo que he escrito es ficción, pero… ¿hay algún mejor sitio mejor que la realidad para inspirarse?
Por último, si tuvieras una varita mágica, ¿qué harías?
Lo primero que se me ocurre sé que suena repetitivo y que es demasiado ambicioso: Crearía una utopía. Un mundo donde no existan las guerras, donde todos podamos tener las mismas oportunidades y donde la maldad solo forme parte de la ficción.
Siendo un poco más realista, creo que sería más factible utilizar dicha varita mágica para ayudar a las personas que están a mi alrededor, mejorar lo que esté a mi alcance y repartir esperanza a quienes la necesiten.