PIB

El Tesoro emite deuda por el 14% del PIB en solo ocho meses y tensiona las finanzas públicas

El PIB crece un 0,7% en el primer trimestre del año - Pixabay
España coloca 225.000 millones de deuda hasta agosto, un 14,3% del PIB, y afronta un coste en intereses cercano a 45.000 millones en 2025

España ha emitido en los ocho primeros meses de 2025 un total de 225.000 millones de euros en deuda, lo que equivale al 14,3% del PIB estimado para este ejercicio. De esta cifra, 73.000 millones corresponden a nueva financiación para cubrir el gasto corriente del Estado, mientras que más de 152.000 millones se han destinado a amortizar deuda ya existente.

Se trata de una dinámica que los analistas califican de “círculo vicioso”, en el que el Estado recurre de forma constante al Tesoro para refinanciar vencimientos y atender el gasto, incrementando con ello la carga de intereses. Según las previsiones, el coste financiero de 2025 ascenderá a 45.000 millones de euros, una cifra que equivale a la mitad del presupuesto sanitario nacional.

El economista José Ramón Riera advierte que España vive una auténtica dependencia de la deuda: “Estamos enganchados, como si fuese una droga, a la deuda. En solo ocho meses hemos tenido que pedir prestados 225.000 millones de euros”. Riera subraya que esta situación se agrava porque la mayor parte del gasto responde a partidas corrientes que no generan riqueza, lo que compromete la sostenibilidad futura.

La comparativa internacional añade presión. Mientras la deuda estadounidense se coloca con rendimientos cercanos al 4%, la española se ha situado alrededor del 3%, pero los analistas alertan de que los inversores exigirán mayores rentabilidades si el bono americano baja de forma significativa tras los ajustes de la Reserva Federal.

En este contexto, el Tesoro se enfrenta a la necesidad de seguir acudiendo al mercado con condiciones posiblemente más duras, en un escenario en el que los impuestos siguen aumentando pero el gasto público no se traduce en inversión productiva.

Cada vez que hay nuevos datos confirman que estamos dopando nuestras finanzas públicas”, señala Riera, insistiendo en que España ha convertido la deuda en una herramienta de supervivencia presupuestaria. El reto ahora es hasta cuándo los mercados estarán dispuestos a seguir financiando a un Estado cuya dependencia financiera se intensifica cada ejercicio.