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Sánchez firma un 5% del PIB para Defensa, pero solo ejecuta el 0,34% a mitad de año

Pedro Sánchez en la Cumbre de la ONU en Sevilla | Foto de Pool Moncloa/Borja Puig de la Bellacasa

Sánchez firmó destinar el 5% del PIB a Defensa, pero la ejecución real hasta junio apenas alcanza el 0,34%, según datos oficiales 

El compromiso asumido por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la cumbre de la OTAN a finales de junio de 2025 se enfrenta a un fuerte contraste con la realidad presupuestaria. El jefe del Ejecutivo rubricó en Bruselas un histórico acuerdo para dedicar el 5% del PIB a Defensa, de los cuales un 3,5% se destinaría a armamento y personal militar, y el 1,5% restante a ámbitos como la ciberseguridad. Una cifra que, de cumplirse, situaría a España entre los países europeos con mayor esfuerzo en gasto militar.

Sin embargo, los datos oficiales de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) a 30 de junio de 2025 revelan que la ejecución presupuestaria dista mucho de lo firmado.

El desfase entre lo prometido y lo ejecutado

El presupuesto total del Ministerio de Defensa para 2025 asciende a 18.476 millones de euros, lo que representa apenas el 1,1% del PIB. La ejecución real en el primer semestre es todavía menor: 5.757 millones de euros, lo que equivale al 0,34% del PIB.

Para alcanzar siquiera la corrección que Sánchez improvisó tras la firma —rebajando el objetivo al 2,1% del PIB—, el gasto debería elevarse hasta 35.249 millones de euros, lo que supone un déficit de 16.773 millones respecto a lo presupuestado.

Si se toma como referencia el compromiso inicial del 3,5%, el gasto requerido sería de 58.749 millones, es decir, 40.272 millones más de lo previsto en las cuentas públicas.

Compromisos internacionales en entredicho

El Tribunal Supremo de la OTAN y los aliados europeos han reiterado en distintas ocasiones la necesidad de que los Estados miembros cumplan con sus aportaciones mínimas a Defensa. El contraste entre lo comprometido por Sánchez y lo ejecutado en la práctica genera dudas sobre la credibilidad de España ante sus socios internacionales.

El incumplimiento no solo afecta a la Alianza Atlántica, sino también a las relaciones con Bruselas y con Washington. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha insistido en que Europa debe aumentar de forma significativa su contribución militar, con exigencias que podrían situar la aportación española en torno al 3,5% del PIB en el corto plazo.

Un espejismo contable

El Gobierno ha defendido que el incremento de los presupuestos de Defensa en los últimos ejercicios representa un esfuerzo sin precedentes. En efecto, las cuentas han pasado de unos 13.000 millones a 18.000 millones de euros. Sin embargo, la distancia entre lo aprobado y lo realmente ejecutado deja al descubierto lo que algunos analistas califican de “espejismo contable”: compromisos que se anuncian con gran impacto político pero que carecen de respaldo real en la ejecución presupuestaria.

A mitad de 2025, España no cumple ni con el 2% del PIB exigido como mínimo por la OTAN, y la diferencia con el 5% firmado por Sánchez es de tal magnitud que, incluso triplicando el gasto actual, no se alcanzaría el objetivo.

La presión de los próximos meses

Los próximos presupuestos generales del Estado serán decisivos para comprobar si el Ejecutivo tiene intención de acercarse a los compromisos adquiridos o si se mantiene la brecha entre la propaganda y las cifras reales. Mientras tanto, los datos reflejan que el “rearme histórico” anunciado en Bruselas está muy lejos de materializarse, lo que podría tensionar aún más la relación de España con sus aliados estratégicos.