Automoción española

El motor de la automoción española se gripó: las exportaciones caen un 10,5% y el sector entra en alerta

La antigüedad de los coches sigue al alza en España - Servimedia

El sector del automóvil español registra una caída del -10,5% en exportaciones entre enero y mayo, lo que anticipa riesgos de empleo e inversión

El sector del automóvil español atraviesa uno de sus peores momentos de la última década. Entre enero y mayo de 2025, las exportaciones de vehículos registraron una caída del -10,5% respecto al mismo periodo de 2024, lo que equivale a 2.472 millones de euros menos en ventas al exterior, según datos oficiales.

Mientras otros sectores muestran signos de dinamismo —productos químicos (+11,4%) y alimentación (+4,9%)—, la automoción, considerada el tercer sector exportador más importante de España, se resiente con un retroceso que puede tener impacto directo en el empleo, la inversión y la balanza comercial.

Retroceso acumulado desde 2022

El economista José Ramón Riera advierte que el sector ya mostraba síntomas de agotamiento: “Nuestro motor automovilístico se está gripando; las exportaciones van para atrás como el cangrejo”. Según detalla, tras alcanzar su máximo en 2022, el sector encadena tres años de retrocesos en términos reales.

En 2023, las ventas exteriores cayeron un 0,8%, lo que, descontando la inflación, supuso un descenso real del 4%. En 2024, apenas crecieron un 0,1%, insuficiente frente a la inflación del 2,9%. El golpe definitivo ha llegado este 2025 con una caída nominal del 10,5% en apenas cinco meses, que en términos reales equivale a una contracción cercana al 12%.

Las causas: transición verde y proteccionismo

Entre los factores señalados, Riera apunta al cambio de modelo hacia el coche eléctrico que está frenando la compra de nuevos vehículos, así como al proteccionismo de los países europeos, que priorizan el consumo de sus propias producciones frente a la importación.

“Europa está consumiendo menos automóviles por la política de transformar el vehículo de combustión en eléctrico, lo que daña enormemente las ventas”, sostiene el economista. Además, advierte que el arancel del 15% impuesto por EE. UU. desde agosto tendrá un efecto indirecto: al vender menos en el mercado norteamericano, países europeos como Francia, Alemania o Italia destinarán su producción a sus mercados internos, reduciendo la demanda de coches fabricados en España.

Riesgos para el empleo y la inversión

El futuro inmediato se presenta complicado. El sector automovilístico representa el 10% del PIB español y más de 2 millones de empleos directos e indirectos, por lo que el retroceso exportador podría derivar en ERE, ajustes de plantilla y reducción de horarios en los próximos meses.

Riera alerta: “Empezaremos con expedientes de reducción de plantillas porque no se vende lo suficiente. Política verde igual a miseria”.

Medidas urgentes

Expertos coinciden en que España necesita nuevas políticas de competitividad industrial que favorezcan la inversión en innovación y permitan al sector adaptarse a la transición hacia la movilidad eléctrica sin comprometer su viabilidad.

Mientras tanto, los datos confirman que el motor de la industria automovilística española está gripado, y que sin medidas urgentes, el riesgo de que el país pierda peso en el mapa automotriz europeo es cada vez más evidente.