Seguridad Social

El Estado inyecta 40.000 millones a la Seguridad Social para pagar las pensiones y maquillar el déficit

Gasto en pensiones - freepik

Las transferencias del Estado a la Seguridad Social se disparan un 16,2 % hasta agosto, mientras el déficit real supera los 33.900 millones pese al supuesto “superávit contable”

La Seguridad Social ha necesitado 40.000 millones de euros de transferencias del Estado hasta agosto de 2025 para poder pagar las pensiones, según los datos oficiales del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Se trata de un incremento del 16,2 % respecto al año anterior, una cifra que, según el analista económico José Ramón Riera, evidencia que el sistema “disfraza el déficit con deuda”.

A pesar de que el Gobierno ha comunicado a Bruselas un superávit contable de 6.060 millones de euros, el déficit real del sistema supera los 33.900 millones, lo que refleja un desequilibrio estructural en las cuentas de la Seguridad Social. “El superávit contable es un espejismo; el déficit es la realidad”, señala Riera, quien advierte de que esta situación “compromete la sostenibilidad del sistema público de pensiones”.

Un desfase que se cubre con deuda

Hasta el 31 de agosto, el gasto total de la Seguridad Social ascendía a 159.000 millones de euros, de los cuales 150.000 millones se destinaron a transferencias corrientes —principalmente al pago de pensiones contributivas y no contributivas, incapacidad temporal e ingreso mínimo vital—.

En el lado de los ingresos, las cotizaciones sociales aportaron 117.000 millones, un 6,8 % más que en 2024, mientras que otros ingresos menores sumaron cerca de 2.000 millones. La diferencia, unos 40.000 millones, ha sido cubierta mediante transferencias del Tesoro Público, lo que ha permitido cuadrar las cuentas y presentar un superávit artificial ante las instituciones europeas.

Riera denuncia que este mecanismo “maquilla la realidad con dinero prestado” y que “Bruselas se lo traga entero”, sin cuestionar la fiabilidad de los datos. “Les están tomando el pelo a base de deuda”, subraya.

Un déficit estructural que crece

La inyección de fondos del Estado se ha convertido en una herramienta recurrente para equilibrar las cuentas de la Seguridad Social. Solo en los primeros ocho meses del año, el Estado ha transferido más de 40.000 millones de euros, mientras que la deuda pública acumulada ha aumentado en 73.000 millones.

El analista advierte de que esta tendencia es insostenible: “Tenemos un problema serio. En agosto hemos necesitado 40.000 millones para pagar las pensiones y en otoño la situación volverá a dispararse”.

De acuerdo con los cálculos de Riera, la Seguridad Social necesitará entre 4.000 y 4.500 millones mensuales adicionales para cubrir los pagos de los próximos meses, lo que anticipa un final de año muy complicado para las cuentas públicas.

Advertencia sobre la sostenibilidad futura

El experto insiste en que la situación podría tener consecuencias graves si no se adoptan medidas estructurales. “Estamos mintiendo a Bruselas y endeudándonos cada vez más. Cuando llegue la intervención, será demasiado tarde”, advierte Riera, recordando lo ocurrido con Grecia tras la manipulación de sus estadísticas fiscales.

En su opinión, el Gobierno ha optado por una estrategia de corto plazo: “La caja tiene para pagar septiembre, pero a partir de octubre viene la ecatombe”.

Mientras tanto, el Ejecutivo continúa presentando los datos a Bruselas como si la Seguridad Social estuviera equilibrada. “Ellos duermen tranquilos en Bruselas, pero aquí sabemos que el déficit es la verdad”, concluye Riera.