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España cae al noveno puesto mundial en fabricación de coches y pierde competitividad frente a Brasil

La antigüedad de los coches sigue al alza en España - Servimedia

La industria automovilística española retrocede: Brasil nos adelanta en producción y ANFAC alerta de pérdida de competitividad y riesgo de empleo

España atraviesa un momento crítico en su industria automotriz. Según los últimos datos publicados por la Asociación Nacional de Fabricantes de Coches y Camiones (ANFAC), el país ha caído al noveno puesto mundial en producción de vehículos, cediendo su histórica octava posición a Brasil. El retroceso confirma una tendencia negativa que comenzó en 2023 y que aún no se ha logrado revertir.

Una industria estratégica en crisis

La automoción es la primera industria exportadora de España, pero el sector se enfrenta a un escenario complicado: caída de la demanda europea, costes crecientes por la transición al vehículo eléctrico y un descenso notable de la productividad en las fábricas nacionales.

El economista José Ramón Riera advierte que “nuestra productividad está cayendo de forma muy seria y, por lo tanto, nuestros costes se incrementan, lo que hace que los coches españoles sean menos competitivos que los de Brasil”.

El impacto de los costes laborales

Entre los factores que agravan la situación, se señalan el aumento del Salario Mínimo Interprofesional y la subida de las cotizaciones sociales, que presionan al alza los costes de producción. “Cada vez que suben los salarios, el coste empresarial se dispara en paralelo”, recuerda Riera. Esto repercute directamente en el precio de venta de los vehículos y reduce las posibilidades de competir en mercados internacionales.

El 60% de la producción automovilística española se exporta a la Unión Europea, y otro porcentaje menor a terceros países. La pérdida de competitividad se traduce en menores ventas y en una pérdida de cuota de mercado frente a rivales emergentes como Brasil.

Riesgo de empleo y ajustes laborales

El deterioro productivo podría tener un efecto inmediato en las plantillas. Desde ANFAC alertan de que, si no se toman medidas de apoyo, se avecinan recortes de jornada, ERTEs e incluso EREs en las plantas españolas. La falta de nuevos modelos eléctricos de fabricación nacional también limita la capacidad de reacción del sector.

Críticas a la falta de apoyo institucional

La patronal y distintos analistas señalan la inacción del Gobierno en una industria clave para la economía española. “Este Gobierno no está haciendo absolutamente nada por la industria del automóvil”, critica Riera, quien alerta de que la ausencia de medidas de apoyo puede arrastrar al país a una pérdida estructural de competitividad.

Un futuro en entredicho

España fue durante años una de las grandes potencias mundiales en la fabricación de coches, pese a no contar con una marca nacional propia. Hoy, sin embargo, los retos del mercado eléctrico, la competencia internacional y la falta de estímulos ponen en duda su capacidad para mantener un papel relevante en el tablero global.