La deuda pública se dispara en el primer trimestre de 2025 pese al aumento de ingresos

Pedro Sánchez junto a la vicepresidenta primera, María Jesús Montero | Foto del Congreso de los Diputados
Los datos oficiales revelan que la deuda creció cinco veces más que el déficit, lo que pone en entredicho la sostenibilidad de las finanzas públicas

El primer trimestre de 2025 ha cerrado con una radiografía inquietante de las cuentas públicas en España. A pesar de un crecimiento del 7 % en los ingresos del Estado respecto al mismo periodo del año anterior, la deuda se ha disparado en más de 52.000 millones de euros, un incremento cinco veces superior al del déficit.

Según los datos oficiales publicados recientemente, los ingresos públicos aumentaron de 162.329 millones de euros en 2024 a 173.725 millones en 2025, lo que representa un incremento de 11.396 millones. Paralelamente, el gasto público también creció, aunque de forma algo más contenida: un 6,3 % más, pasando de 173.701 millones a 184.642 millones de euros.

Este aumento simultáneo de ingresos y gastos ha provocado que el déficit público apenas haya mejorado en términos absolutos, reduciéndose en tan solo 455 millones, desde los -11.372 millones registrados en el primer trimestre de 2024 hasta los -10.917 millones en el arranque de este año.

Sin embargo, el dato que más alarma está generando entre analistas económicos y entidades de control fiscal es el de la deuda pública. En los tres primeros meses de 2025, el endeudamiento del Estado ha aumentado en 52.658 millones de euros, un 3,3 % más, alcanzando la cifra récord de 1.667.372 millones de euros.

¿Por qué crece la deuda más que el déficit?

Expertos en finanzas públicas y economía fiscal están cuestionando la coherencia de las cifras oficiales. ¿Tiene sentido que la deuda crezca a un ritmo cinco veces superior al del déficit? Para algunos analistas, este desfase podría deberse a factores como pagos anticipados, amortizaciones de deuda pasada, o incluso una contabilidad que no refleja completamente la realidad del gasto público comprometido.

También hay voces críticas que apuntan a una posible opacidad en determinadas partidas presupuestarias, o a tácticas contables diseñadas para evitar el impacto político de una situación fiscal cada vez más comprometida.

Sostenibilidad fiscal en entredicho

Con un gasto estructural que sigue creciendo y una economía que, aunque da señales de recuperación, no logra cerrar de forma efectiva la brecha presupuestaria, la sostenibilidad de las finanzas públicas se ve cada vez más comprometida. El desajuste entre lo que se recauda y lo que se gasta obliga a recurrir a más deuda, en un contexto de endurecimiento de las condiciones financieras a nivel europeo e internacional.

Este escenario ha sido calificado por algunos economistas como “el camino hacia la quiebra”, si no se aplican medidas de ajuste o contención del gasto público que frenen el avance del endeudamiento.

La situación fiscal del Estado, a día de hoy, combina tres elementos preocupantes: crecimiento de los ingresos sin control efectivo del gasto, déficit estructural persistente y una dinámica de deuda que se vuelve insostenible a medio plazo.