La deuda pública se dispara un 40% bajo el mandato de Sánchez: los intereses casi se duplican
La evolución de la deuda pública en España ha marcado un nuevo hito en su crecimiento. Desde diciembre de 2018, cuando Pedro Sánchez asumió el Gobierno, el endeudamiento del Estado se ha incrementado un 40,8%, según datos oficiales del Banco de España y Eurostat. Este crecimiento, acompañado por un incremento del 99,1% en el coste de los intereses anuales, plantea serias dudas sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas a medio y largo plazo.
Un agujero fiscal creciente
El análisis del periodo 2018–2025 revela un aumento continuado de la deuda pública, que ha pasado de representar alrededor del 98% del PIB a situarse por encima del 110%, según las proyecciones actualizadas. Este repunte coincide con una etapa marcada por la pandemia, el aumento del gasto público y una política económica expansiva que ha elevado significativamente el volumen de emisiones del Tesoro.
Además, el tipo de interés medio de la deuda ha escalado del 1,9% al 2,7%, lo que ha duplicado prácticamente la carga financiera del Estado. En cifras absolutas, esto implica que España destina cada año decenas de miles de millones de euros solo al pago de intereses, una presión añadida sobre las cuentas públicas que limita el margen para otras inversiones clave.
Consecuencias para la economía y los servicios públicos
Este escenario genera inquietud entre economistas y organismos internacionales. La elevada carga de intereses compromete la sostenibilidad de los servicios públicos a medio plazo y reduce la capacidad del Estado para responder ante futuras crisis económicas.
Además, el mayor endeudamiento compromete a las generaciones futuras, que deberán afrontar no solo el pago del principal, sino también el coste acumulado de los intereses, que ya representan uno de los mayores gastos recurrentes del presupuesto estatal.
¿Es sostenible esta senda?
Expertos consultados advierten que, aunque el endeudamiento ha sido una herramienta necesaria durante la pandemia, la falta de una estrategia de consolidación fiscal clara pone en riesgo la estabilidad económica del país. El Banco de España ya ha alertado en diversos informes sobre la necesidad de reducir progresivamente el déficit estructural y controlar el crecimiento del gasto.
Mientras tanto, el Gobierno defiende que el incremento de la deuda ha permitido proteger el tejido productivo y garantizar los servicios básicos durante los momentos más duros de la crisis sanitaria y energética. Sin embargo, los datos muestran que el coste de esta protección ha sido elevado y requerirá ajustes futuros si se quiere evitar un escenario de vulnerabilidad financiera.
Contexto europeo
España no es una excepción en el contexto europeo, pero destaca entre los países con mayor aumento relativo de deuda desde 2018. Otros Estados miembros han empezado ya a implementar planes de ajuste, mientras que en España aún no se ha concretado una hoja de ruta para reducir el déficit ni se ha presentado una reforma fiscal estructural.