Pensiones

El déficit real de las pensiones alcanza los 37.000 millones pese al “superávit contable” del Gobierno

Gasto en pensiones - freepik

El Ejecutivo presume de superávit en la Seguridad Social, pero el economista José Ramón Riera alerta de un déficit real que amenaza la sostenibilidad.

 

La Seguridad Social española se encuentra en el centro de un intenso debate financiero. Mientras el Gobierno presume de un superávit contable de 3.397 millones de euros a julio de 2025, lo cierto es que, según advierte el economista José Ramón Riera, el sistema arrastra un déficit real de 33.825 millones que se tapa con préstamos del Estado por valor de 37.000 millones para poder pagar las pensiones.

En siete meses nos han tenido que prestar 5.000 millones más que el año pasado”, subrayó Riera, denunciando que el maquillaje contable no logra ocultar que España “está hipotecando el futuro” con una estructura en quiebra técnica.

Un gasto creciente y difícil de contener

Los ingresos por cotizaciones sociales aumentan cada ejercicio, pero el ritmo de crecimiento de las pensiones es aún mayor. El propio Riera recuerda que esta tendencia no es exclusiva de España: en países como Francia o Alemania los gobiernos ya han puesto sobre la mesa reformas estructurales de las pensiones.

Todo el mundo tiene en la cabeza que cuando haya que bajar gastos habrá que tocar las pensiones. Y yo estoy en total y absoluto desacuerdo”, sostuvo el economista, defendiendo que los recortes deben aplicarse en otras partidas del gasto público.

El “gasto político”, en el punto de mira

Riera señaló que España destina 165.000 millones de euros al denominado “gasto político”, que incluye subvenciones y organismos públicos, muchos de ellos redundantes o poco transparentes. “Si redujésemos ese gasto a la mitad, sobrarían 80.000 millones. Con 50.000 podríamos cubrir las pensiones y aún quedarían 30.000 millones para infraestructuras, sanidad o educación”, aseguró.

El economista puso el foco en los casi 11.000 entes y organismos públicos, así como en las subvenciones estatales, que ascendieron a 28.500 millones de euros, como ejemplos de ámbitos donde sería posible recortar antes que tocar pensiones, sanidad o educación.

Un modelo alternativo

Riera plantea un sistema mixto inspirado en el modelo de los Países Bajos, con tres pilares:

  1. Pensiones contributivas tradicionales financiadas por cotizaciones.

  2. Planes público-privados obligatorios con aportaciones conjuntas de empresas y trabajadores.

  3. Sistemas de ahorro incentivados fiscalmente para complementar las pensiones futuras.

Los holandeses lo implantaron en 1992 y nos llevan 33 años de ventaja. Si no lo hacemos ya, tendremos un problema serio”, advirtió.

Un mensaje a los pensionistas

El economista concluyó con un mensaje directo a los casi 11 millones de personas entre pensionistas y funcionarios de clases pasivas: “Lo que no se puede tocar bajo ningún concepto son las pensiones, la sanidad, la educación, la seguridad pública ni las infraestructuras. Todo lo demás es susceptible de ser reducido”.

Según Riera, la prioridad debe ser clara: “No podemos autorizar que ningún gobierno toque las pensiones mientras no haya eliminado antes el gasto político superfluo”.