La cara demacrada de la economía española: exportaciones a la baja y estadísticas maquilladas
Las ventas al exterior caen un -3,4% en términos nominales y un -1,7% en reales, mientras el IPC sube un 5%. Expertos advierten de una economía debilitada y dependiente
La economía española muestra signos preocupantes de desgaste. En el último año, las exportaciones de bienes han caído un -3,4% en términos nominales y un -1,7% en términos reales, según los datos oficiales. A la vez, el Índice de Precios al Consumo (IPC) acumula un crecimiento del 5%, lo que genera una brecha evidente entre las cifras publicadas y la realidad que afrontan las empresas.
Esta contradicción plantea dudas sobre la calidad del relato estadístico. Mientras los informes parecen suavizar el impacto, lo cierto es que las compañías exportadoras venden menos y con menor margen frente a la competencia internacional, lo que refleja un país más vulnerable.
El economista José Ramón Riera lo resume con dureza: “Ojeras, arrugas, la cara demacrada de nuestra economía”. Para Riera, el deterioro de las exportaciones es un síntoma de la pérdida de productividad y competitividad que, en lugar de corregirse, se oculta con ajustes contables.
La discrepancia más llamativa surge al descontar la inflación. Con un IPC del 5%, el retroceso real de las exportaciones debería ser mucho mayor, pero la estadística oficial refleja un descenso del -1,7%. Según Riera, “todo está manipulado, golferizado, tezanizado… Nos acercamos peligrosamente a los errores de Grecia antes de su intervención en 2010”.
A este escenario se suma un mercado laboral tensionado, con subsidios que —según los analistas— superan a veces el número real de parados, y una productividad en declive. Para los críticos, el Gobierno transmite optimismo mientras la realidad empresarial apunta a lo contrario: menos ventas, menos competitividad y más dependencia exterior.
La preocupación no es menor: si la tendencia persiste, España podría ver comprometida su recuperación y su posición internacional en los próximos años.