Banco de España

El Banco de España abre una revisión profunda de su independencia y gobernanza

Sede del Banco de España desde la plaza de Cibeles - Foto del Banco de España

La institución publica un informe inédito con recomendaciones de expertos internacionales que propone reforzar su rendición de cuentas, democratizar su gobernanza y mejorar la transparencia en sus funciones clave.

El Banco de España ha dado un paso inusual —y significativo— hacia la autorreflexión institucional. Coincidiendo con el 30º aniversario de la Ley de Autonomía del Banco de España (LABE), la entidad ha hecho público un informe elaborado por un grupo de expertos internacionales que propone cambios estructurales para modernizar su modelo de gobernanza, reforzar la transparencia y mejorar los mecanismos de rendición de cuentas ante la ciudadanía y los poderes públicos.

El documento, presentado ayer en Madrid y encargado por el propio Consejo de Gobierno del banco, ha sido coordinado por la consejera ejecutiva Lucía Rodríguez Muñoz y redactado por tres expertos de reconocido prestigio: Daniel Innerarity, catedrático de filosofía política y director del Instituto de Gobernanza Democrática; Rosa Lastra, catedrática en Derecho Monetario en la Universidad Queen Mary de Londres; y Joaquín Vial, exvicepresidente del Banco Central de Chile. El informe se estructura como un diagnóstico profundo seguido de una batería de recomendaciones técnicas.

Gobernanza: más pluralismo y menos concentración de poder

Una de las principales conclusiones del estudio es la necesidad de revisar el sistema de nombramientos en los órganos de gobierno del Banco de España, que actualmente dependen en gran medida del Ejecutivo. El informe sugiere que los nombramientos del Gobernador, Subgobernador y consejeros no natos pasen a incluir comparecencias parlamentarias y, si es posible, aprobación formal por parte del Congreso de los Diputados.

Además, se propone la creación de un Segundo Subgobernador para fomentar una gobernanza más colegiada y contrarrestar la excesiva concentración de poder en la figura del Gobernador, lo que, según el texto, ha limitado la diversidad de perspectivas y ha debilitado la percepción de independencia real del organismo.

Función macroprudencial y asesoramiento: retos pendientes

El informe también subraya la creciente importancia de las competencias del Banco en estabilidad financiera, política macroprudencial y supervisión bancaria. Si bien la política monetaria ha sido transferida al Banco Central Europeo (BCE), el Banco de España conserva funciones estratégicas que afectan directamente a hogares y empresas, como los denominados “colchones de capital anticíclicos” o posibles límites al crédito hipotecario.

En este sentido, los expertos reclaman una mayor transparencia en el Informe de Estabilidad Financiera y una rendición de cuentas más clara ante decisiones que afectan a millones de ciudadanos. La publicación de actas anonimizadas, comparecencias periódicas en el Congreso y una mejora sustancial en el lenguaje de los informes técnicos figuran entre las propuestas.

En cuanto a su función de asesoramiento al Gobierno, el informe detecta una zona gris legal y operativa. Los expertos piden clarificar esta labor para que no derive en recomendaciones normativas que excedan el mandato institucional y afecten al principio de neutralidad.

Comunicación y legitimidad social: la asignatura pendiente

Un aspecto novedoso del documento es su énfasis en la comunicación pública como parte esencial del buen funcionamiento del banco central. Se critica que el Banco de España, pese a su buena reputación técnica, mantiene una relación distante con la ciudadanía. Según los autores, una “independencia sin rendición de cuentas” no es compatible con una democracia avanzada.

Para corregir esto, se recomienda una estrategia de comunicación más cercana, descentralizada y multilingüe, así como formación específica en comunicación para sus portavoces. “Un banco central moderno no solo debe ser eficaz, sino también comprensible”, apunta el informe.

Un debate institucional abierto… y pendiente de reformas legales

El Consejo de Gobierno del Banco de España ha valorado positivamente el informe y ha anunciado que iniciará un proceso interno de reflexión que podría desembocar en cambios en su Reglamento Interno y, eventualmente, en una reforma legal de la LABE. No obstante, cualquier modificación legislativa requerirá la iniciativa de otros poderes del Estado, principalmente del Gobierno y el Parlamento.

En paralelo, el Banco de España ha anunciado que publicará sus propias conclusiones durante el primer semestre de 2026, dentro del marco de su Plan Estratégico 2030.

Un paso hacia la independencia responsable

El informe aparece en un contexto de creciente debate internacional sobre el papel de los bancos centrales tras la pandemia, el retorno de la inflación y el impacto económico de la guerra en Ucrania. Instituciones como el Banco de Inglaterra o el Bundesbank ya han emprendido reformas internas para blindar su autonomía ante ciclos políticos volátiles.

En este sentido, el informe señala que la independencia de un banco central no es un privilegio opaco, sino un instrumento al servicio del interés público, que debe ejercerse con responsabilidad, legitimidad democrática y apertura a la sociedad. “Un banco central que no se explica, que no rinde cuentas, corre el riesgo de perder la confianza de quienes, en última instancia, justifican su existencia: los ciudadanos”, concluyen los autores.