Alquiler

El alquiler sube cinco veces más de lo que refleja el INE y dispara la brecha entre estadística y realidad

Bloque de viviendas - Foto de 123rf/morris71

El precio del alquiler habría subido cerca de un 33 % en tres años según portales inmobiliarios, frente al 6,8 % del INE, una diferencia que reabre el debate estadístico

El precio del alquiler en España se ha convertido en uno de los principales focos de tensión económica y social. Mientras el Instituto Nacional de Estadística (INE) sostiene que los arrendamientos han subido solo un 6,8 % entre enero de 2023 y noviembre de 2025, los datos de mercado apuntan a una realidad muy distinta.

Según los registros de Idealista, el precio medio del alquiler ha pasado de 11 euros por metro cuadrado a 14,6 euros, lo que supone un incremento cercano al 33 % en el mismo periodo. La diferencia no es menor: cinco veces más de lo que reflejan las estadísticas oficiales.

“No es una percepción: es una discrepancia gigantesca”

El economista José Ramón Riera ha sido contundente al analizar esta divergencia: “Cuando los datos oficiales se alejan tanto del mercado real, el problema ya no es estadístico, es de credibilidad”. A su juicio, el desfase entre el IPC del alquiler y los precios reales “no puede explicarse solo por metodología, sino por una medición que no captura lo que pagan realmente los inquilinos”.

El INE basa su índice en contratos existentes y revisiones reguladas, mientras que los portales inmobiliarios recogen precios de oferta actuales, especialmente en nuevos contratos. Esa diferencia metodológica, sin embargo, no explica por sí sola una brecha de más de 25 puntos porcentuales.

Impacto directo en pensiones y salarios públicos

La discrepancia no se queda en el plano teórico. El alquiler tiene un peso aproximado del 3,6 % en el IPC, por lo que una infravaloración de su subida habría reducido artificialmente la inflación oficial. Según los cálculos expuestos por Riera, esto podría haber restado alrededor de 0,9 puntos al IPC acumulado en tres años.

Las consecuencias económicas son relevantes: menos actualización de pensiones y sueldos públicos, con un impacto que el economista cifra en miles de millones de euros. “Estamos hablando de dinero que los ciudadanos han dejado de percibir porque la inflación reconocida no coincide con la inflación que viven”, resume.

El alquiler, el termómetro que no marca la fiebre

Para los arrendatarios, la conclusión es clara. Si el alquiler ha subido mucho más de lo que indican los datos oficiales, no es una sensación personal. La estadística, advierten los expertos, no está reflejando fielmente la tensión real del mercado, especialmente en las grandes ciudades y zonas tensionadas.

Riera lo resume con una frase que sintetiza el debate: “Los números deben servir para entender la realidad, no para maquillarla; cuando no coinciden con lo que paga la gente, dejan de ser útiles”.