El Alcorcón busca asaltar el Nou Estadi y prolongar su racha ante un Nàstic lanzado

La Agrupación Deportiva Alcorcón afronta este domingo una prueba de nivel en el Nou Estadi de Tarragona. Los de Pablo Álvarez llegan a la jornada 7 de Primera RFEF con cinco partidos seguidos sin perder (dos victorias y tres empates) y solo una derrota en su casillero. Enfrente, un Nàstic en plena inercia tras dos victorias consecutivas (3-0 al Eldense y 0-2 al Ibiza) que le mantienen en sexta posición con 10 puntos, uno más que los alfareros (9, séptimos). 

Un Alcorcón fiable que quiere más

El conjunto amarillo viene de empatar 0-0 en Santo Domingo ante el Atlético Sanluqueño, un partido que consolidó la imagen de equipo sólido y difícil de batir. “Estamos siendo muy competitivos; queda margen de mejora, pero me gusta lo que veo”, subraya Álvarez, que destaca un bloque serio en fase defensiva, capaz de conceder muy poco y mantenerse de pie en escenarios de máxima igualdad.

Plan de viaje: todo el grupo salvo una baja

En lo físico, el técnico confirmó una única ausencia: Rafa Lorente. “Semana muy buena, todos disponibles, con ganas de competir otra vez”, recalcó. Ese continuismo en la lista permite al Alcorcón ajustar rotaciones y dibujos según el plan de partido: línea de tres en salida, carrileros profundos o mayor juego interior si el rival lo exige. La versatilidad de la plantilla abre la puerta a duplas arriba o a perfiles mixtos en banda y mediapunta según el momento.

Controlar el pulso y afinar el colmillo

Álvarez asume que el Nàstic es de ritmo alto, protagonista con balón y con presión agresiva. “Nos exigirá máxima concentración”, reconoce. El cuadro catalán marca y encaja con frecuencia en este inicio, pero el técnico advierte: “Seis jornadas no son muestra definitiva; han tenido partidos muy condicionados. Es un gran equipo, con historia, presupuesto y una afición que aprieta”.
Para el Alcorcón, la hoja de ruta pasa por:

• Volver a mandar en el rebote y en las segundas jugadas, para marcar el tempo y evitar intercambios de golpes.

• Mejorar la precisión en el último tercio: penúltimo pase, centros y último contacto en área. “Nos falta soltarnos un poco arriba; el talento está, los números llegarán”, admite el míster.

• Lectura de partido para alternar posesiones largas con transiciones verticales cuando el Nàstic quede expuesto.

Cada partido, una batalla independiente

Lejos de mirar la tabla o rachas ajenas, el vestuario pregona un partido a partido militante. “Esto es una maratón; afrontamos cada cita como una batalla, sin mirar atrás ni adelante”, resume Álvarez. Ese enfoque se sostiene en la fiabilidad defensiva mostrada ante rivales de peso: cuando el equipo no concede y produce lo suficiente, el empatismo de octubre suele mutar en victorias con el paso de las jornadas.

Pol Domingo, regreso especial al Nou Estadi

El duelo tendrá un componente emocional para Pol Domingo, que volvió en verano al club de su vida… como rival. Cinco años y medio en el primer equipo grana tras formarse en la cantera convierten la visita en una tarde señalada para el lateral. “La ley del ex existe; ojalá acabe con final feliz”, desliza su entrenador.

El Nàstic rozó el ascenso a Segunda la pasada temporada y ha rearmado un bloque ambicioso, con gran masa social y colmillo ofensivo. En casa, el Nou Estadi empuja y acelera a los de Dani Vidal, que ahora mismo atraviesan su mejor momento del curso. El Alcorcón aterriza con confianza, pleno de salud en la plantilla y plan claro: contener el primer arreón, crecer desde la solidez y golpear cuando el partido lo pida.