Entrevista a Jimena Janeiro
Su mentalidad competitiva y tesón, con el apoyo de entrenadores y familia, la han catapultado a un abultado palmarés, subiéndola al podio nacional en ocho ocasiones. Gracias a la resilencia aprendida, considera el éxito como un proceso constante de superación, donde levantarse tras cada caída es la verdadera victoria.
Procedente del verbo emerger, por definición, el adjetivo emergente determina a aquel o aquello que emerge, que nace, sale y tiene principio de otra cosa, y por extensión, emergente es lo mismo que decir flotante, ascendiente, naciente o saliente.
Para el caso que nos ocupa, emergente es aquel que comienza a descollar, sin importar su edad y ocupación; aunque nuestro interés se centra en las artes y las letras, queremos vernos las caras con aquellos que sobresalen o comienzan a hacerlo, a destacar, despuntar, resaltar o distinguirse, para conocimiento general del respetable, y qué mejor que haciéndonos partícipes del personaje.
La firma invitada: Jimena Janeiro
Seudónimo, alias, nombre artístico o de guerra: JJ
Nombre, lugar y fecha de nacimiento.
Jimena Janeiro Rosales. 10 de enero del 2002 Nací en Ciudad de México, aunque tengo doble nacionalidad; también soy española por mis abuelos de Ourense.
¿Por qué kickboxing?
Mi base es el karate; soy cinta negra 3er DAN, compito en torneos de karate y kickboxing; mi especialidad es point fighting.
¿Cuándo supiste que lo tuyo era esto?
Empecé a practicar karate a los 5 años y me di cuenta de que era lo mío porque siempre hice deportes a la par, como ballet y gimnasia, pero esos deportes me aburrían mucho a diferencia del karate; no fue un momento puntual, sino un proceso. Me di cuenta cuando empecé a sentir que todo encajaba: el trabajo duro, la disciplina, la adrenalina de competir. Sentía que ahí era donde mejor me expresaba, y entendí que este deporte era parte de quién soy.
Un norte o principio inamovible
Mi norte son mis padres; ellos son el recordatorio de por qué hago esto y hacia dónde quiero llegar.
¿Cuáles son tus influencias?
Mis principales influencias han sido mis entrenadores; de ellos aprendí disciplina, pasión, humildad y resiliencia.
¿Y tu referente?
No tengo un referente; más allá de una persona, me inspiran deportistas que destacan por su mentalidad competitiva y su constancia. Más que copiar estilos, trato de aprender de su ética de trabajo.
¿Cuál es, a tu juicio, el mejor campeonato?
En América, el mejor campeonato es AKA Warrior Cup y en Europa, Hungarian World Cup.
¿Y tu mejor combate?
Considero que mi final en Diamond Nationals Minneapolis 2022 fue una pelea que me sacó de lo cotidiano. Sentí como si estuviera en otra dimensión, completamente conectada con el momento; haberla ganado fue increíble.
¿A quién consideras la mejor luchadora o peleadora?
Evelyn Neyens - Bélgica
¿Con quién cenarías, con quién no y por qué?
Cenaría con un atleta élite de cualquier deporte, porque me encantaría escuchar su historia desde su propia perspectiva y cómo vive la presión y la competencia a ese grado.
No cenaría con alguien que mastique muy fuerte; eso sí que es una prueba mental; hay límites que ni el deporte me ha enseñado a soportar.
¿El hábito hace al monje?
Definitivamente, los ganadores han perdido muchas veces antes de ser ganadores; el éxito es una cuestión de constancia, nadie alcanza la meta con un solo intento, hay que aprender a levantarse, motivarse y seguir luchando.
¿Crees que el deporte en general es independiente?
No, pienso que todos los deportes dependen sobre todo de las federaciones de cada país y es bastante complicado.
¿Y el kickboxing en particular?
Tampoco, hay muchas ligas y federaciones en las que tienes que estar afiliado.
Tu último combate
Mi último combate fue en el Nacional de WAKO en Monterrey, México, y me convertí en Campeona Nacional por 8.º año.
Tu próxima competición
Mis próximas competencias son 2 torneos en México para finalizar el año y en enero del 2026, AKA Warrior Cup en Chicago.
Una anécdota divertida
Mi anécdota deportiva favorita fue cuando me inicié en el karate; mi papá encontraba manchas y marcas en las paredes y por meses no encontraba la razón, hasta que un día me descubrió pateando las paredes. Al final tuvo que mandar a pintarlas de nuevo; para mí fue divertido, aunque para mi papá no tanto.
Por último, si tuvieras una varita mágica, ¿qué harías?
Si tuviera una varita mágica, definitivamente pediría tener salud por siempre, estar libre de lesiones.