El Ático despide el año apostando por la verdad, la música y la memoria compartida

El último programa del año de El Ático se convirtió en una despedida cargada de significado, en la que la música, la palabra y la experiencia personal se entrelazaron para ofrecer un espacio de escucha sin prisas. Emitido en Canal 33 y Radio Intercontinental, el programa arrancó con una declaración de intenciones clara por parte de David Enguita: “dejando que el talento, la emoción y la verdad nos miren de frente”.

Desde el inicio, el conductor planteó una pregunta que atravesó toda la noche —“¿qué buscamos realmente cuando buscamos cultura?”— y transformó el plató en un refugio donde sentir fue más importante que exhibir.

Celia Ruiz y la esperanza como motor vital

La cantante Celia Ruiz puso nombre a la emoción que atraviesa su momento personal y artístico: “esperanza”. Su participación estuvo marcada por la presentación de Navidad, Navidad, un villancico contemporáneo profundamente ligado a su historia familiar. “La Nochebuena del año pasado falleció mi abuelo y era el alma de esa fiesta. Es una forma de homenajearlo”, explicó con sinceridad.

La artista reflexionó también sobre el significado de volver a casa: “Para mí la Navidad era volver a casa. Quise reflejar ese sentimiento de nostalgia que da esta época”. En La Caja del Silencio compartió uno de los momentos más honestos de la noche al recordar su depresión en 2020 y dejó una frase que resumió su vocación: “Este es mi propósito en la vida y para lo que he nacido”.

Código Bushido y la música con mensaje

David García Máñez, alma de Código Bushido, presentó Multiverso como un disco nacido del cambio y la reflexión personal. “Cada canción es un universo propio”, explicó, defendiendo una creación alejada de la inmediatez: “No creo en el fast food musical”.

Su objetivo creativo quedó claro: “Intento hacer música nutritiva, canciones con mensaje que te hagan pensar”. En La Caja del Origen recordó sus inicios sin épica, pero con verdad: “Me escapaba del instituto para ir a tocar”, cerrando con una confesión vital: “Empecé en esto porque me da la vida”.

Druida, espiritualidad y mirada crítica

El artista Druida aportó una visión crítica y espiritual de la creación. Al hablar de Era sé que se era, afirmó que es “una burla a cómo está la sociedad hoy en día, a aparentar ser algo que no quieres ser”. Reconoció la dificultad de crear con profundidad en el contexto actual: “Cuando no quieres hacer canciones de discoteca y pretendes tocar el alma de la gente, lo tienes muy difícil”.

En La Caja del Impulso, dejó clara su brújula personal: “Lo que no quiero perder nunca es la humildad”, y definió su motor creativo como una búsqueda constante: “La búsqueda espiritual es lo que nunca acaba”.

El Teléfono de los Recuerdos, memoria emocional

Uno de los momentos más íntimos llegó con El Teléfono de los Recuerdos, de EventJinny, un espacio para dejar mensajes al futuro. Celia Ruiz se habló con ternura: “Que sigas confiando, aunque sea muy duro”. David García Máñez recordó la fugacidad del tiempo: “La vida es muy corta y estamos aquí para disfrutar”, mientras Druida dejó una reflexión directa: “Merece la pena vivir, luchar y ser humilde”.

Planes familiares para una Navidad con cultura

La parte práctica llegó con DiverPlanes by Ónix, una agenda navideña para familias que incluyó propuestas como Teatralia Navidad, el musical Las Guerreras K-Pop, conciertos, talleres, espectáculos infantiles y planes culturales gratuitos en Madrid y alrededores.

Un cierre coherente y lleno de luz

El programa 44 cerró como empezó: con la sensación de que el arte solo sirve cuando se vive con verdad. David Enguita agradeció al equipo y a los invitados, anunció el parón hasta 2026 y despidió el año con música en directo. El broche final fue simbólico y literal: “Veo la luz”, interpretada por David García de Código Bushido, cantando la paz y la esperanza con la que El Ático dijo adiós al año.