Poéticas de la inteligencia

Gonzalo Celorio, Premio Cervantes 2025

El escritor mexicano Gonzalo Celorio ha sido distinguido con el Premio Cervantes 2025, el más importante galardón de las letras en lengua española. El anuncio fue realizado por el ministro de Cultura de España, Ernest Urtasun, quien subrayó que el jurado decidió otorgarle el reconocimiento por “una trayectoria que, a lo largo de más de cinco décadas, ha consolidado una voz literaria de notable elegancia y hondura reflexiva, en la que conjuga la lucidez crítica con una sensibilidad narrativa que explora los matices de la identidad, la educación sentimental y la pérdida.”

El Cervantes, considerado el “Nobel de la literatura en español”, reconoce así a un autor que ha sabido entrelazar el pensamiento y la emoción, el ensayo y la memoria, la historia y la ficción. Celorio, actual director de la Academia Mexicana de la Lengua, ha hecho de la palabra un espacio de reflexión sobre la identidad mexicana, la transformación de la ciudad y el destino de la lengua.

En uno de sus ensayos más citados, el autor escribió: “Si la literatura responde al anhelo del hombre por permanecer más allá de la muerte, la destinataria natural de la poesía es la memoria. La palabra poética se instala en nosotros y constituye nuestro mejor patrimonio verbal.”
Esa concepción de la literatura como permanencia, como una forma de vencer el olvido, atraviesa toda su obra: desde sus ensayos sobre Alfonso Reyes, su lectura de la ciudad de México como una urbe hecha de ruinas y resurrecciones, hasta sus novelas “Amor propio”, “Tres lindas cubanas” y “El metal y la escoria”, donde el yo se funde con la historia, y la memoria se convierte en destino.

El historiador del arte Peter Krieger ha afirmado que, para Celorio, “la historia de la formación urbana, desde México-Tenochtitlan hasta la megalópolis de hoy, es la historia de sus destrucciones permanentes. Cada época inventa su propia ciudad, sus propias arquitecturas, mismas que deberían expresar la voluntad del tiempo en el espacio.”
Así, en la obra de Celorio, la Ciudad de México es un escenario, un ser palpitante, una metáfora de la vida humana: en constante derrumbe y reconstrucción, en tensión perpetua entre la memoria y el olvido.

El escritor ha defendido siempre la centralidad de la lengua como fundamento de la identidad: “La lengua no sólo nos permite la comunicación —ha escrito—, sino que configura nuestro pensamiento, nuestra sensibilidad, nuestra visión del mundo. La lengua, de algún modo, nos crea, nos conforma, nos define.”

Desde esa certeza, su obra se inscribe en la tradición humanista que considera la literatura como una forma de conocimiento, un ejercicio de autoconciencia y una ética de la palabra.

El reconocimiento del Premio Cervantes a Gonzalo Celorio celebra la madurez de una trayectoria literaria ejemplar, la vigencia de un pensamiento que reivindica el valor de la inteligencia crítica, la educación estética y la palabra como forma de resistencia frente al desconcierto contemporáneo.

Con este premio, México vuelve a ocupar un lugar central en el mapa de la lengua española, reafirmando la continuidad de una tradición literaria que va de Alfonso Reyes a Octavio Paz, de Carlos Fuentes a Elena Poniatowska. Celorio pertenece a esa estirpe de escritores que entienden la literatura como una conversación entre el pasado y el presente.