Jeannette L. Clariond: la poesía mexicana ilumina Fontiveros
La noticia ha conmovido al mundo literario: la poeta mexicana Jeannette L. Clariond será nombrada Miembro de la Academia de Juglares de Fontiveros —pueblo natal de San Juan de la Cruz— e Hija Adoptiva de Fontiveros, en un acto solemne que se celebrará el próximo 14 de diciembre, día de San Juan de la Cruz. Un reconocimiento que no solo honra su trayectoria, sino que también simboliza el diálogo espiritual y poético entre México y España, entre dos tradiciones unidas por la palabra y la búsqueda del misterio.
El jurado reunido en Fontiveros, estuvo formado por el Presidente de la Academia de Poesía de Fontiveros José María Muñoz Quirós y por los juglares José Pulido, Margarita Arroyo, José Cereijo, Adolfo Alonso Ares, María Ángeles Pérez López, Amalia Iglesias y Alfredo Pérez Alencart, cabe mencionar que Jeannette L. Clariond fue elegida por unanimidad y que el acto contó con la presencia de David Sánchez, alcalde de Fontiveros.
Clariond, poeta y traductora, ha construido una obra que habita el cruce entre el pensamiento filosófico y la emoción estética. Con formación en Filosofía, Letras Españolas y Metodología de la Ciencia, su escritura se establece sobre el rigor de la idea y la transparencia del sentimiento. Premiada con galardones como el Efraín Huerta, el Gonzalo Rojas, el San Juan de la Cruz de Fontiveros y el Enriqueta Ochoa, su voz se ha consolidado como una de las más lúcidas y profundas de la poesía hispanoamericana contemporánea.
Su poética es un ejercicio de precisión y asombro. Clariond ha dicho:
“No estoy segura de que la poesía se limite a comunicar; creo más bien que plasma una emoción de la mente pensando.”
En sus versos, la ética y la estética orbitan una sobre otra, como la luna alrededor de la tierra:
“Son materias similares, juntas. Paralelas. Se atraen y una a la otra se sostienen en el terreno de la precisión.”
La poesía de Clariond se sitúa en el linaje de Octavio Paz, donde lo real y lo verbal se funden en una metamorfosis constante: la palabra como espejo del ser, como revelación. En ella, la imagen no describe: transfigura; el ritmo no decora: respira; y el silencio no es vacío, sino lugar de resonancia.
Su ingreso a la Academia de Juglares de Fontiveros confirma esa filiación espiritual con el misticismo poético que une a San Juan de la Cruz con los poetas del presente. En Clariond, como en el fraile carmelita, la palabra es luz que nace del silencio y se eleva hasta lo inefable.
Con su nombramiento, México recibe un honor que trasciende las fronteras nacionales: el reconocimiento de una voz femenina que ha sabido renovar el instante poético, haciendo del lenguaje una morada del espíritu.
En Fontiveros, cuna de la llama mística, la palabra de Clariond encontrará repercusión en una tradición viva. La presencia del sentido femenino y de los conceptos de amor y erotismo —entendido este último como una fuerza cosmogónica, como energía primordial que sostiene y renueva el universo— constituye uno de los ejes más profundos de la obra lírica de Jeannette L. Clariond. Su poesía aborda la presencia femenina y el erotismo como un impulso, como principio creador, como una vía de conocimiento del alma y del cuerpo que une lo humano con lo sagrado.
En su palabra se entrelazan lo visible y lo invisible, la carne y la idea, el pensamiento y la emoción: el amor aparece como revelación del ser y el erotismo como su respiración más pura. Por ello, la distinción que hoy recibe en Fontiveros reconoce a la poeta, a la mujer, a la mexicana, a la voz universal que ha sabido hacer del lenguaje un puente entre la pasión y el pensamiento, entre la tierra y el espíritu. Muchas felicidades querida amiga Clariond.