Turismo

Madrid se consolida como destino clave para la observación de aves con más de 240 especies registradas

Actividades gratuitas para celebrar el Día Mundial de las Aves Migratorias - Foto Comunidad de Madrid

La región alberga una de las mejores poblaciones de águila imperial del mundo y ha duplicado la presencia de buitre negro desde 2012

La Comunidad de Madrid se ha convertido en un referente nacional e internacional para la observación de aves, al concentrar 240 especies distintas de las 400 existentes en toda España. La riqueza ornitológica se explica por la diversidad de ecosistemas y hábitats que conviven en la región, de los cuales casi el 40% del territorio cuenta con algún grado de protección ambiental.

Entre los principales espacios naturales destacan el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, el Hayedo de Montejo y las dos reservas de la biosfera reconocidas por la UNESCO: la Sierra del Rincón y la Cuenca Alta del Manzanares.

Una de las joyas de la biodiversidad madrileña es el águila imperial ibérica, una de las especies más amenazadas del planeta, que en la región mantiene una de las mejores poblaciones del mundo. Comparte su hábitat en los bosques mediterráneos con la cigüeña negra, el águila calzada, el milano negro, el milano real y el chotacabras.

Cartel de Aves - El Diario de Madrid

El buitre negro es otro de los grandes protagonistas. Su población ha crecido de forma sostenida en los últimos años hasta alcanzar las 250 parejas localizadas, principalmente en las Zonas de Especial Protección de Aves (ZEPA) de Alto Lozoya y los ríos Alberche y Cofio. La cifra supone el doble de ejemplares en comparación con 2012.

La variedad de especies se extiende también a matorrales, pastos y sierras, donde destaca el ruiseñor pechiazul, famoso por su canto primaveral. En las zonas altas conviven el roquero rojo, el bisbita alpino o el verderón serrano, mientras que en los bosques de ladera predominan especies como el autillo, la oropéndola, el piquituerto, el herrerillo capuchino y el mosquitero papialbo.

En las estepas y llanuras madrileñas se puede presenciar el característico cortejo de las avutardas, junto al vuelo del aguilucho cenizo, el cernícalo primilla, el sisón y la ganga ibérica, habituales de los espacios abiertos.

Además, los parques urbanos de la región ofrecen un inesperado refugio para aves. Allí conviven desde pequeños pájaros hasta rapaces diurnas como el azor, el gavilán o el cernícalo vulgar, y rapaces nocturnas como el mochuelo y el autillo, atraídas por la abundancia de presas.

Con esta diversidad y la cercanía a la capital, la Comunidad de Madrid refuerza su papel como destino privilegiado para ornitólogos y turistas, consolidando un patrimonio natural único en Europa que combina conservación y atractivo turístico.