Madrid lidera cinco proyectos de investigación sobre el pistacho para mejorar su rentabilidad
El IMIDRA analiza el estrés hídrico, la adaptación climática y nuevas aplicaciones del pistacho en sus fincas de Arganda del Rey y Aranjuez.
La Comunidad de Madrid impulsa cinco proyectos pioneros de investigación sobre el pistacho con el objetivo de mejorar su rentabilidad, sostenibilidad y calidad productiva. Estas investigaciones se desarrollan a través del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA), que cultiva este fruto seco en sus fincas experimentales de Arganda del Rey y Aranjuez.
El pistacho, que se ha convertido en el fruto seco más popular de la región, cuenta actualmente con casi 2.000 hectáreas dedicadas a su cultivo y con más de un centenar de agricultores madrileños involucrados en su producción.
Cinco líneas de estudio para potenciar el futuro del pistacho madrileño
Uno de los proyectos más destacados se centra en evaluar el estrés hídrico, sometiendo a las plantas a periodos controlados de escasez de agua para analizar su resistencia y comportamiento en condiciones de sequía. Estas pruebas se realizan entre mayo y junio, coincidiendo con el proceso de endurecimiento de la cáscara del fruto.
Otra de las líneas de investigación aborda la adaptación del pistacho al clima y al suelo madrileño, con el análisis de ocho variedades diferentes. Los técnicos del IMIDRA estudian cómo la variabilidad de temperaturas y las heladas tardías afectan a la producción y calidad del fruto.
En paralelo, los expertos aplican técnicas de poda innovadoras con el objetivo de adelantar la primera cosecha, que tradicionalmente llega entre el quinto y el séptimo año tras la plantación. Esta técnica permitiría reducir los tiempos de espera y mejorar la rentabilidad de los cultivos.
Nuevos usos del pistacho y control de enfermedades
El IMIDRA también trabaja en el control y prevención de enfermedades del leñoso, investigando tratamientos más eficaces para proteger la cosecha frente a plagas y daños ambientales. Además, los investigadores estudian nuevos usos sostenibles para la vaina y la cáscara del pistacho, explorando su potencial gastronómico e industrial, así como su aprovechamiento para generar materiales ecológicos o bioproductos.
Un cultivo en expansión en la Comunidad de Madrid
En la última década, el pistacho ha pasado de ser un cultivo minoritario a consolidarse como una de las apuestas más rentables del campo madrileño, gracias a su alta demanda y valor añadido. El interés por este fruto seco ha crecido tanto entre agricultores como entre consumidores, y la Comunidad de Madrid busca convertirse en un referente nacional en innovación agraria aplicada al pistacho.
Con estos proyectos, el IMIDRA reafirma su papel como centro de excelencia científica en investigación agraria, combinando tradición y tecnología para impulsar un modelo de agricultura más eficiente, sostenible y competitivo.