Yoli libélula lela
Libélula vespertina bastante mala y dañina,
suelta al viento la melena, tan furtiva que da pena.
Tucán de locos colores sobre los tacones altos
Presta a luchar por nosotros, evitando los asaltos
del empresario malvado, esclavista y desalmado.
Mostrar su preocupación por el salario es su hecho
imponiendonos derecho que se saca de la manga
como otra Juana de Arco, reconocida en el marco
de mentir y de dar caña. Ha dejado en el tintero
a doña Irene Montero, a quien antes dijo amaba
Se muere por ser la jefa, eso sí, disimulando.
Es que lo suyo es el mando. Mensajera de amnistía
se SUMA y se pone ancha con el Papa o con la plancha.
De su Señor bien amada, ya que van bien de momento,
hermanados ambos dos por la amnistía y el cuento.
¡Estrafalaria mujer que nos fuerza a ser felices,
lo contempla cual deber , con cien palmos de narices!.
Será vicepresidenta y no es nada de extrañar,
que si un día alabo a Chavez a Sanchez puede alabar.
Ella quiere a toda costa (son las cosas del querer)
freirnos a prohibiciones y hacerse con el poder.
Su vocación no tardía entre maestra y arpía
es fulminar las Empresas.
Lo repite en letanía, con su tono comunista
que más bien suena a fascista:
“Cobrar mucho, no dar golpe, antes del trabajo, el ocio,
en vuestra pobreza, bobos, nos marcamos el negocio”.
“Se acabaron los aviones, se acabó lo de volar,
Se acabaron los pitillos, se acabó lo de fumar,
Se acabó lo de comer, se acabó lo de viajar.
Se acabaron los dineros, se acabó lo de alternar
si no cumplís la ordenanza, os vamos a castigar”.
¡Que tenga cuidado Sánchez…
tan sapientísima dama,
le puede quitar el puesto
porque sabe hacer la cama!