Entrevista

Rejuvenecer y redefinir con acido hialurónico

carmen galera
Entrevista Dra. Carmen Galera, dermatóloga de GEDET  (Dermatología Estética y Terapéutica de la Academia Española de Dermatología y Venereología) y directora de Derma For You  (Clínica de dermatología estética, laser y cirugía)

Se ha oído de todo acerca del acido  Hialurónico por parte de especialistas, laboratorios, comunicadores etc. Opiniones a veces muy contradictorias sobre tan importante aliado de la belleza, por lo que conviene aclarar conceptos para saber lo que se puede esperar de él  en un tratamiento estético.

Para ello contamos con la Dra. Carmen Galera, dermatóloga de GEDET  (Dermatología Estética y Terapéutica de la Academia Española de Dermatología y Venereología) y directora de Derma For You  (Clínica de dermatología estética, laser y cirugía)

¿Cuáles sin esos conceptos, Dra. y qué opina usted al respecto?

Unos piensan que el Hialurónico es una opción muy eficaz a la hora de difuminar los signos de la edad y definir algunos rasgos. Otros sin embargo, que deja una huella estética negativa, provoca rostros deformes o exagerados, no se reabsorbe… Pero esto sucede de no elegir al profesional o el producto adecuados, o si no se respetan los tiempos estipulados. 

¿Nos indica entonces sus aplicaciones correctas?

Desde luego es una herramienta fundamental en la medicina estética y tiene indicaciones múltiples según su tipo, y su forma de administración. Esos tipos pueden ser:

  • Reposicionamiento: Se utiliza para recuperar el volumen perdido con la edad en zonas que tienden a hundirse, como los pómulos, los tendones y la zona bajo el pómulo.
  • Relleno: Útil para suavizar surcos y arrugas, así  como aumentar el volumen de los labios cuando se busca un efecto más definido y armonioso.
  • Hidratación: Aporta agua a la piel, mejorando su calidad y aspecto. En este caso se suele aplicar en forma de mesoterapia con pequeños depósitos de baja reticulación.
  • Estructura y definición: Ayuda a redefinir el contorno facial, especialmente en la línea de la mandíbula y la nariz, proporcionando mayor firmeza y equilibrio.
  • Bioestimulación: Algunos tipos de ácido hialurónico estimulan la producción de colágeno, mejorando la calidad de la piel y proporcionando un efecto tensor.

En función del objetivo, elegimos el tipo de ácido hialurónico más adecuado para conseguir un resultado natural y duradero.

¿Todos los Hialurónicos son iguales?

No, se clasifican en dos grandes grupos según su estructura y función:

  • Reticulado: Tiene una estructura más densa, firme y duradera debido a la presencia de anclajes entre sus moléculas. Se utiliza en tratamientos de relleno para agregar volumen o estructura, como en los pómulos, la mandíbula o la nariz. Suele aplicarse a un nivel más profundo y ofrecen resultados más duraderos, ya que tarda más en reabsorberse.
  • No reticulado: Es más fluido y ligero, sin enlaces entre sus moléculas, lo que permite una reabsorción más rápida. Se utiliza principalmente para la hidratación profunda y la mejora de la calidad de la piel, como en tratamientos tipo skin booster o mesoterapia”.

¿De que depende la elección entre uno u otro?

Del objetivo del tratamiento. Los especialistas deben buscar siempre el equilibrio entre naturalidad y eficacia.

¿Es cierto que la huella estética del AH puede ser negativa?

El ácido hialurónico es uno de los productos de relleno más seguros, ya que es reabsorbible y, en caso de ser necesario, puede disolverse con hialuronidasa.

Sin embargo, es cierto que su mal uso puede generar efectos estéticos negativos. Uno de los principales problemas es el exceso de volumen, capaz de desembocar en el efecto pillow face  o cara de almohadilla, donde el rostro adquiere una apariencia excesivamente redondeada y artificial.

Eso suele ocurrir por abuso del producto, muchas veces impulsado por la sensación inicial de mejora, lo que puede generar cierta dependencia psicológica en algunos pacientes.

¿En que otros errores o huellas estéticas negativas se puede incurrir?

Otro error frecuente es la falta de control en la evolución de quien recibe el tratamiento. Sin un seguimiento adecuado con fotografías comparativas, tanto el médico como el paciente pueden no darse cuenta de que el rostro está perdiendo su armonía y adquiriendo un aspecto progresivamente más hinchado. Este tipo de alteración puede considerarse una huella estética negativa, ya que desvirtúa las proporciones naturales de la cara. Por eso, la clave radica en una aplicación moderada y controlada, siempre respetando la armonía facial y evitando la sobre corrección.

¿Por qué se pierde la perspectiva?

Por varias razones. Muchas veces es un proceso progresivo en el que tanto el paciente como el profesional pueden perder la referencia de lo natural.

Con pequeños cambios progresivos, la persona se va acostumbrando a su nueva apariencia y empieza a querer más, lo que quizás lleva a una pérdida de perspectiva, donde lo que inicialmente parecía natural, que se convierte en un exceso sin que el paciente lo perciba.

Y algunos profesionales encuentran complicado frenar a un paciente entusiasmado con sus resultados. La satisfacción inmediata puede llevar a solicitar más volumen del necesario, perdiendo la armonía facial.

¿Surgen en muchas ocasiones las expectsativas escasamente realistas?

A veces los pacientes creen que los tratamientos de estética médica corregirán por completo el envejecimiento y la flacidez. Sin embargo lo que cumplen es mejorar la apariencia, pero no revertir el envejecimiento al 100%. Cuando se busca una corrección total, se cae en el riesgo de sobresaturar el rostro con rellenos.

¿Varian las técnicas y el tipo de Hialurónico que deben utilizarse según las  diferentes zonas faciales?

Efectivamente no en todas las zonas se ha de usar el mismo tipo de ácido hialurónico, ni la misma técnica. La elección entre cánula o aguja, la profundidad de aplicación y el objetivo del tratamiento son claves para evitar un resultado indeseado por artificial.

¿El ácido Hialurónico siempre se reabsorbe?

No siempre, aunque teóricamente debería hacerlo. La experiencia clínica y los estudios con ecografía han demostrado que, en algunos casos, puede persistir en los tejidos durante años. Las razones pueden ser varias: Densidad y composición del producto, ya que los más densos y reticulados tienden a reabsorberse más lentamente; reinyección continua cuando se aplican retoques frecuentes sin dejar suficiente tiempo entre sesiones. Entonces  el producto puede acumularse y permanecer más tiempo en los tejidos. Y también influyen los factores individuales (cada persona tiene un metabolismo diferente y hay quien degrada el producto más rápido o más despacio). Además no hay que olvidar la respuesta inflamatoria del organismo, que en ciertos casos puede encapsulalo aislándolo del metabolismo normal y evitando su reabsorción.

Sus expertos consejos a la hora de recibir un tratamiento  con este tipo de producto ¿Cuáles serian?

Lo primero de todo elegir un profesional con buen criterio y experiencia. Planificar el tratamiento porque no todo se soluciona con volumen. A menudo, lo ideal es empezar mejorando la calidad de la piel. Los tratamientos combinados suelen ofrecer mejores resultados que centrarse solo en los rellenos. Tener claro que “menos es más”: Es normal querer resultados rápidos después de una inversión, pero el enfoque progresivo resulta clave para evitar excesos y mantener un aspecto natural. Respetar los tiempos ya que algunos resultados no se aprecian de inmediato y requieren varias sesiones. Y desde luego no obsesionarse con un único tratamiento. La  combinación con otros procedimientos, como tecnologías para mejorar la piel (láser, radiofrecuencia, ultrasonidos.), permite potenciar los efectos y evitar la sobre dependencia de los rellenos.