Moléculas que hablan de juventud con la piel
Y es que con el paso del tiempo, las células cutáneas se vuelven algo perezosas. Dejan de producir colágeno, pierden ritmo y se comunican peor entre ellas. Y entonces los neuropéptidos aparecen a modo de mensajeros que les susurran “recuerda quien eras antes, tan luminosa, tan suave, tan tersa”…
Y lo hacen activando la unión de los receptores de las membranas celulares.
Se diferencian del resto de los péptidos porque actúan desde el interior activando rutas biológicas profundas. No tapan, no disimulan, no obligan: reactivan imitando señales neuronales para modular la contracción muscular y suavizar las líneas de expresión.
Y así, además de ser altamente eficaces, reprograman la epidermis a largo plazo. No exfolian, no resecan, no sensibilizan. Simplemente se comunican con ella haciendo que funcione mejor. Son perfectos para todo tipo de pieles, incluso las más sensibles y su acción se manifiesta especialmente en áreas como el surco nasogeniano o las líneas de marioneta, donde otros tratamientos suelen quedarse cortos.
Buena prueba de ello es Neuropeptide night cream de Perricone, una crema de noche ultranutritiva pensada para pieles secas o maduras. Su fórmula combina neuropéptidos, que reactivan la comunicación entre las células para suavizar líneas profundas; DMAE, un activo que ayuda a tensar y reafirmar la piel visiblemente; y una alta concentración de aminoácidos, esenciales para regenerar tejidos y mantener la hidratación, Actúa sobre los signos más avanzados del envejecimiento mientras dormimos. Repara, hidrata en profundidad y trabaja sobre las arrugas marcadas como los pliegues nasogenianos.