El Papa Francisco continúa en estado crítico tras una crisis asmática y anemia
El Vaticano confirma que necesitó oxígeno de alto flujo y una transfusión de sangre
El Papa Francisco ha experimentado un empeoramiento en su estado de salud, según ha informado este sábado la oficina de prensa de la Santa Sede. Durante la mañana, el Pontífice precisó oxígeno de alto flujo tras sufrir una crisis asmática prolongada y recibió una transfusión sanguínea debido a una anemia y plaquetopenia detectadas en sus últimos análisis médicos.
El Hospital Policlínico Gemelli de Roma, donde se encuentra ingresado, mantiene el diagnóstico reservado y advierte que "no está fuera de peligro", aunque continúa consciente. Según el Vaticano, pasó el día en un sillón, aunque con más dolor que el viernes.
Noche estable, pero sin evolución favorable
En el parte médico de este domingo, la oficina de prensa del Vaticano ha comunicado que "la noche ha transcurrido tranquila" y que el Papa "ha descansado", aunque no ha ofrecido más detalles sobre su evolución.
La crisis de salud del Pontífice de 87 años ha generado gran preocupación en la Iglesia y en la comunidad internacional, especialmente después de que fuentes médicas confirmaran la gravedad de su cuadro clínico.
A pesar de su delicado estado, el Vaticano ha asegurado que el Papa sigue "atento", aunque su movilidad está reducida por el dolor. Se espera que en las próximas horas los médicos del Hospital Gemelli determinen los próximos pasos a seguir en su tratamiento.