La Comunidad se ofrece a colaborar con el proyecto del Cristo gigante de Boadilla del Monte
El monumento de 37 metros aspira a convertirse en el mayor del mundo dedicado al Sagrado Corazón de Jesús y está previsto para el año 2030
El Gobierno regional ha expresado su disposición a colaborar con el Ayuntamiento de Boadilla del Monte y las iniciativas privadas que impulsan el ambicioso proyecto para levantar en este municipio la escultura del Cristo más grande del mundo. Así lo ha confirmado el portavoz del Ejecutivo madrileño, Miguel Ángel García Martín, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno.
García Martín ha asegurado que la Comunidad trabajará “codo con codo con el Ayuntamiento” para estudiar cómo “aportar y apoyar” esta propuesta, liderada por la Asociación Sagrado Corazón de Jesús de Boadilla, que aspira a convertir el municipio en un centro de peregrinación internacional en 2030, año fijado como meta para la inauguración del monumento.
Un proyecto monumental, artístico y espiritual
El monumento, que alcanzará los 37 metros de altura y tendrá 60 metros de envergadura, superaría al actual Cristo más grande del mundo (el Cristo Protector de Encantado, Brasil). Estará ubicado en una parcela municipal junto a la M‑50, cedida en 2019, un enclave estratégico por su alta visibilidad desde una de las principales vías de entrada a Madrid.
La obra será creada por el imaginero Javier Viver, reconocido por su trabajo en arte sacro contemporáneo. El diseño contempla una estructura de hormigón armado y fibra de carbono, con un corazón central de 2,5 metros de diámetro, que funcionará como espacio inmersivo y sensorial, incluyendo luces, aromas, sonidos y texturas sincronizadas con un “latido” que busca provocar una conexión emocional y espiritual en los visitantes.
Experiencia única e innovadora
Uno de los elementos más innovadores será la interacción diaria con la luz solar: una abertura en el costado del Cristo permitirá que cada mañana el primer rayo de sol atraviese la figura, iluminando el corazón, que descenderá mecánicamente hasta el nivel del visitante. Al caer la noche, el proceso se invertirá y la escultura se retroiluminará, creando un efecto visual estelar mediante una red de perforaciones que simulan una constelación nocturna.
Además, el rostro del Cristo será una recreación forense tridimensional del Sudario de Turín, fruto de la colaboración entre expertos científicos y el artista. Javier Viver ha cedido la autoría artística del proyecto de forma altruista.
Financiación y dimensión social
El proyecto, aprobado por unanimidad en el Pleno municipal de Boadilla en 2019, se financiará exclusivamente mediante donaciones. Hasta la fecha se han recaudado más de 94.000 euros gracias a una campaña de crowdfunding, abierta tanto a particulares como a instituciones, que también ofrece la posibilidad de grabar el nombre de los donantes en el corazón central del monumento como muestra de reconocimiento.
El presupuesto total asciende a 16 millones de euros, estructurado en tres fases:
-
Diseño y anteproyecto: 135.000 euros
-
Desarrollo arquitectónico y campaña internacional de financiación: 5 millones de euros
-
Ejecución de la obra, paisajismo y urbanización: casi 12 millones de euros
Más allá de su simbolismo religioso y su dimensión monumental, el proyecto también se concibe como un centro de acogida, reflexión y actividad social, con programas de apoyo a colectivos vulnerables y actividades culturales, educativas y espirituales.
Un impacto local y global
Ubicado entre la M-50, la M-501 y la Ciudad Financiera del Santander, el Cristo gigante de Boadilla no solo aspira a ser un referente nacional e internacional, sino también una pieza clave en el desarrollo turístico, cultural y económico del municipio y de la Comunidad de Madrid.
La colaboración institucional anunciada por el Gobierno autonómico marca un nuevo impulso para este proyecto, que busca combinar espiritualidad, arte, tecnología y compromiso social en una iniciativa sin precedentes en Europa.