Nueva Economía Fórum

Jesús Fernández Sanz aboga por una sanidad más humana, innovadora y con participación activa del paciente

Jesús Fernández Sanz - Nueva Economía Fórum

El consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha hace balance del Plan de Salud Horizonte 2025 y traza las líneas maestras del próximo modelo sanitario regional

El consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Sanz, ha protagonizado este viernes un nuevo desayuno del Foro Salud de Nueva Economía Fórum, con el respaldo del mecenazgo del Grupo Vidafarma. Durante su intervención, ha presentado un completo balance del Plan de Salud Horizonte 2025, que culmina a finales de este año, y ha avanzado los ejes centrales del modelo sanitario que la Junta prepara de cara a la próxima década, bajo el lema “transformar la sanidad en salud”.

El acto ha sido introducido por Andoni Lorenzo Garmendia, presidente del Foro Español de Pacientes, quien ha destacado la "trayectoria, compromiso y visión transformadora" del consejero, especialmente por su impulso a la humanización del sistema sanitario desde 2015, cuando Castilla-La Mancha se convirtió en la primera comunidad autónoma en crear una Dirección General específica en esta materia.

Fernández Sanz comenzó su exposición disculpándose por la dificultad del tráfico de acceso a Madrid desde la provincia, para luego entrar de lleno en el análisis del Plan de Salud 2025. “Ha sido una hoja de ruta que hemos cumplido”, afirmó, destacando que el plan, diseñado antes de la pandemia, ha sobrevivido a los desafíos del COVID-19 y ha generado 15 planes específicos y más de 50 informes de evaluación, algunos de ellos revisados por auditorías externas.

Cuatro velocidades del sistema sanitario

El consejero describió la gestión sanitaria en Castilla-La Mancha a través de lo que definió como "cuatro velocidades": la respuesta inmediata a la demanda diaria, la planificación a medio-largo plazo (como el Horizonte 2025), los indicadores de evaluación (listas de espera, accesibilidad, reputación), y el marco interterritorial estatal, donde expresó cierta frustración por la falta de acuerdos estructurales entre autonomías y el Ministerio de Sanidad.

“Se trabaja regular con ocho ministros distintos en 10 años”, ironizó Fernández Sanz, asegurando que desde su consejería siempre se ha buscado el consenso, aunque reconoció que “con el Ministerio, no”, especialmente en relación con el nuevo Estatuto Marco del personal sanitario, que criticó por falta de participación autonómica en su diseño.

Una sanidad centrada en el dato, la persona y el entorno

El nuevo modelo de salud en desarrollo contempla cinco ejes: salud digital, salud de precisión, salud comunitaria, salud y sociedad y la iniciativa One Health, esta última entendida como un enfoque global que interrelaciona salud humana, animal y medioambiental. “Es obligatorio pensar a largo plazo y en todos los actores que conviven con nosotros”, sostuvo el consejero.

En cuanto a salud digital y alta tecnología, Castilla-La Mancha ha invertido más de 500 millones de euros en renovar su equipamiento, pasando de ser la región más obsoleta en 2015 a situarse hoy en el grupo de cabeza. Este impulso tecnológico se complementa con una gobernanza del dato más robusta, robotización, e innovación centrada en el paciente, según explicó.

Farmacia, sostenibilidad y lucha contra la inequidad

Fernández Sanz defendió una revisión de la Ley del Medicamento, pero exigió mayor protagonismo autonómico y rechazó cualquier posibilidad de copago por parte del paciente basada en su capacidad económica. “Eso rompe la equidad”, denunció.

Además, destacó la colaboración con la farmacia rural, clave en una comunidad donde el 72% de la población vive en municipios de menos de 1.000 habitantes. Castilla-La Mancha ha abierto recientemente 86 nuevos botiquines y 104 oficinas de farmacia, y apuesta por que estos puntos se conviertan en nodos logísticos de medicamentos para pacientes crónicos y polimedicados.

Financiación autonómica, una “línea roja”

El consejero se mostró tajante con el actual modelo de financiación autonómica: “No podemos seguir financiándonos per cápita”, afirmó, argumentando que territorios como Castilla-La Mancha, con gran dispersión y envejecimiento, requieren mayor inversión. Rechazó, además, cualquier pacto por la sanidad que no incluya una revisión previa del sistema de financiación: “Sin dinero, no hay equidad ni servicios comparables”.

Investigación, envejecimiento y prevención: el nuevo horizonte

En el ámbito de la investigación, Castilla-La Mancha ha dado un salto cualitativo en los últimos años: cuenta ya con 98 grupos activos, 998 profesionales investigando, un instituto de investigación acreditado y una unidad clínica avalada por el Instituto de Salud Carlos III. Fernández Sanz aseguró que es “el mejor momento” para atraer proyectos de innovación, tanto públicos como privados.

En relación al envejecimiento activo y saludable, destacó la alianza con la Universidad de Castilla-La Mancha y los servicios de geriatría de Toledo y Albacete, señalando que el modelo de salud debe priorizar hábitos de vida saludables y la prevención primaria por encima del intervencionismo sanitario.

El paciente no en el centro, sino como protagonista

En su mensaje final, el consejero reivindicó una mayor participación real de los pacientes: “No me gusta decir que el paciente debe estar en el centro. El paciente ya está en el centro: sufre la enfermedad, la vive cada día. Lo que hay que hacer es darle voz”, dijo, apostando por una sanidad más humana, que valore la experiencia del paciente y de su entorno como motor de mejora del sistema.

“Castilla-La Mancha está en su mejor momento sanitario”, concluyó Jesús Fernández Sanz, subrayando que el nuevo modelo sanitario que prepara la región apuesta por la salud, no solo por la sanidad. Y dejó clara su visión sobre el legado que le gustaría dejar: una ciudadanía más corresponsable con su propia salud y un sistema centrado en personas, no solo en estructuras o procesos.