Laboral

Graves denuncias por acoso laboral, jornadas ilegales y uso indebido de fondos en el Hospital Puerta de Hierro sin respuesta del SERMAS

Hospital Puerta de Hierro

Profesionales del Servicio de Anestesiología alertan de una situación laboral insostenible, mientras la gerencia del hospital y la Consejería de Sanidad ignoran las quejas

El Hospital Universitario Puerta de Hierro se encuentra en el centro de una grave polémica tras las denuncias formuladas por profesionales del Servicio de Anestesiología y Reanimación, que aseguran estar sometidos a prácticas laborales ilegales, acoso sistemático, trato humillante y presunto uso indebido de recursos públicos con total impunidad. Las acusaciones, respaldadas por el sindicato CCOO Sanidad Madrid, han sido ignoradas por la gerencia del centro y la Dirección de Recursos Humanos del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS).

Según han denunciado más de una decena de facultativos, la situación laboral en el servicio es “insostenible” y ha llevado ya a numerosas renuncias, solicitudes de excedencia e incluso bajas médicas. De los 77 profesionales del servicio, al menos ocho han abandonado su puesto solo en los últimos siete meses, mientras otros han activado protocolos de acoso o han tenido que recurrir al Plan de Atención Integral al Profesional Sanitario Enfermo (PAIPSE).

Jornadas ilegales y presiones por contratos y vacaciones

Uno de los aspectos más alarmantes es la imposición de jornadas consecutivas tras guardias de 24 horas, una práctica expresamente prohibida por ley debido al alto nivel de agotamiento y los riesgos que conlleva para pacientes y profesionales. Los facultativos denuncian que el jefe de servicio los obliga a aceptar estos turnos bajo amenaza velada de perder vacaciones o contratos, especialmente en el caso del personal eventual.

Denuncias de acoso, discriminación y abuso de poder

Las quejas recogidas a través del buzón anónimo del servicio reflejan un ambiente laboral marcado por supuestos abusos de poder, chantajes, amenazas, comentarios discriminatorios hacia mujeres y personas LGTBI, y trato desigual entre hombres y mujeres. Se señala al jefe de servicio como responsable de un clima de hostilidad, del uso de malas formas en la comunicación con el personal y de una gestión arbitraria de los recursos humanos y económicos del hospital.

Presunto uso indebido de recursos públicos

Otro elemento especialmente grave de la denuncia es la supuesta vinculación del jefe de servicio con la empresa “RCP Madrid”, encargada de impartir cursos de formación en “Soporte Vital Avanzado” que, según consta en su página web, se imparten dentro de las instalaciones del hospital público, utilizando salas de docencia, teléfonos y direcciones del centro. Se sospecha que este tipo de cursos estarían siendo financiados con fondos obtenidos de laboratorios, destinados exclusivamente a actividades formativas para el conjunto del servicio, pero gestionados de forma opaca y sin reparto equitativo.

Alta tasa de absentismo del jefe de servicio

A lo anterior se suman los datos de absentismo laboral del jefe del servicio, cuya media ha oscilado entre el 22,5 % y el 35,4 % en los últimos tres años, sin que desde la dirección del hospital o el SERMAS se hayan adoptado medidas al respecto. Para CCOO, este nivel de tolerancia es reflejo de una estructura jerárquica descontrolada, donde algunos responsables actúan con total autonomía e impunidad, en lo que califican como “reinos de taifas” dentro del sistema sanitario público.

CCOO exige una intervención urgente

El sindicato CCOO Sanidad Madrid ha alertado públicamente de la gravedad de la situación, exigiendo una respuesta inmediata por parte de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid y una intervención externa que garantice la protección de los derechos laborales y la calidad asistencial. La situación recuerda al caso del jefe de la UCI Pediátrica del Hospital La Paz, que solo se resolvió tras años de denuncias e inacción institucional, y que requirió finalmente intervención judicial.

Desde la organización sindical advierten que se trata de un problema estructural dentro del SERMAS, en el que la falta de supervisión y la permisividad institucional ponen en riesgo tanto a los profesionales como a los pacientes. “No se puede seguir ignorando el sufrimiento de quienes sostienen el sistema sanitario ni normalizar prácticas que bordean la legalidad”, concluyen.

El silencio institucional persiste, mientras el clima laboral en el Hospital Puerta de Hierro continúa deteriorándose, sin que hasta la fecha se haya abierto ningún expediente disciplinario ni se haya realizado una auditoría interna sobre los hechos denunciados.