Cumbre de la OTAN

España rechaza elevar el gasto militar al 5% del PIB ante la presión de Trump en la cumbre de la OTAN

Cumbre OTAN 2022 en Madrid

Pedro Sánchez acude a La Haya en su momento político más frágil y busca una fórmula que exima a España de un incremento que considera “incompatible” con el Estado del bienestar

En vísperas de una de las cumbres más tensas de la OTAN, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comunicado formalmente al secretario general de la Alianza, Mark Rutte, que España no está dispuesta a aumentar su gasto en defensa hasta el 5% del PIB, tal como propone Estados Unidos con el respaldo del actual presidente, Donald Trump.

La cita, que se celebrará el martes y miércoles en La Haya, marcará la primera cumbre de la OTAN en el segundo mandato de Trump y será también el octavo encuentro de este tipo para Sánchez, que encara el evento en un contexto de máxima debilidad política interna, presionado por varios frentes judiciales y parlamentarios.

Sánchez plantea una alternativa: 2,1% del PIB

España ha adelantado a este 2025 su compromiso de alcanzar el 2% del PIB en gasto militar, originalmente previsto para 2029. Para ello, el Ejecutivo aprobó en abril un plan de inversión adicional de 10.471 millones de euros. Sin embargo, frente a la nueva exigencia de alcanzar el 5% en 2032 —con un 3,5% destinado a inversión militar pura y un 1,5% a costes asociados—, Sánchez ha defendido una posición clara en una carta remitida a Rutte: ese nivel de gasto es “incompatible con el Estado del bienestar” y podría resultar “contraproducente” en términos sociales y económicos.

Fuentes del Ejecutivo citadas por EFE confían en que los aliados comprendan los argumentos españoles y respalden una fórmula flexible o una cláusula de exención. El objetivo es cerrar un acuerdo que reconozca el esfuerzo actual sin comprometer nuevos incrementos que afectarían las prioridades sociales.

Trump redobla la presión: “España siempre ha pagado poco”

La reacción desde Washington no se ha hecho esperar. En declaraciones ofrecidas el viernes, el presidente Trump ha criticado abiertamente la posición española. “España debería pagar lo mismo que el resto. Siempre han pagado poco. O han sido buenos negociadores, o no han hecho lo correcto”, afirmó, dejando en el aire la posibilidad de aumentar la presión durante las sesiones de La Haya.

La respuesta desde Moncloa ha sido prudente. El Gobierno ha evitado polemizar públicamente y ha optado por recalcar que el verdadero debate se dará en las reuniones multilaterales, cuya dureza e imprevisibilidad reconocen como inevitables.

Debate abierto en el seno de la OTAN

La propuesta estadounidense de elevar el gasto al 5% ha generado controversia dentro de la Alianza Atlántica. Si bien algunos países, especialmente del este de Europa, se muestran receptivos ante el aumento por razones de seguridad, otros miembros —como Italia, Bélgica o España— insisten en la necesidad de mantener el equilibrio presupuestario y preservar los pilares sociales del modelo europeo.

La cita de La Haya será también una prueba para el liderazgo de Mark Rutte, que debuta como secretario general de la OTAN en medio de una creciente fragmentación política y presión por redefinir las prioridades estratégicas de la Alianza, en un contexto marcado por la guerra en Ucrania y la amenaza global del rearme.

Claves del plan español de defensa:

  • Compromiso de gasto del 2% del PIB ya en 2025.

  • Inversión extra de 10.471 millones de euros.

  • Propuesta de Sánchez: 2,1% como límite razonable.

  • Rechazo al nuevo estándar del 5% para 2032 propuesto por EE.UU.

La cumbre de La Haya promete ser uno de los encuentros más trascendentales de los últimos años para la OTAN, y Pedro Sánchez buscará equilibrar sus compromisos internacionales con las prioridades económicas y sociales que definen su proyecto político. La incógnita: si Trump se conformará con esa posición o hará de España su nuevo blanco político.