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Tesla inicia pruebas de su sistema de Conducción Autónoma Total en Madrid en busca de su desembarco en Europa

Interior de un Tesla

Un Tesla Model 3 recorre las calles del centro de la capital para validar su tecnología FSD supervisada, ya en uso en EE.UU., China y México

La capital española se ha convertido en el nuevo escenario de pruebas del sistema de Conducción Autónoma Total Supervisada (Full Self-Driving, FSD) de Tesla, la ambiciosa apuesta de la compañía de Elon Musk por una conducción sin intervención humana. El despliegue en Madrid forma parte del plan de validación europeo que ya ha incluido recorridos en París, Roma, Berlín y Ámsterdam, en busca de cumplir con los estrictos requisitos regulatorios del continente.

Un Tesla Model 3 de serie, equipado con el hardware que actualmente incorporan los modelos disponibles para el público, pero con un software en fase de desarrollo, ha recorrido zonas icónicas de la ciudad como la Puerta de Alcalá, la Fuente de Cibeles, el Paseo del Prado y el barrio del Retiro. Según la marca, el sistema resolvió con éxito situaciones reales de tráfico urbano, incluyendo rotondas, pasos de peatones, giros cerrados, ciclistas y semáforos, sin requerir intervención manual de la conductora de seguridad que supervisaba la prueba.

Una tecnología basada en visión artificial

El enfoque de Tesla se distingue del de otros fabricantes: su FSD prescinde de sensores LiDAR y mapas en alta definición, apostando por una arquitectura puramente visual basada en cámaras y procesamiento de datos mediante redes neuronales. Esta red se alimenta de miles de millones de kilómetros recorridos por la flota global de la marca, lo que permite al sistema aprender continuamente y adaptarse a nuevos entornos sin necesidad de reconstruir mapas específicos para cada ciudad.

En palabras de la compañía, el sistema imita la percepción humana: "conduce como una persona, pero sin distracciones". Tesla asegura que los datos recopilados en el primer trimestre de 2025 reflejan que los usuarios del Autopilot tienen diez veces menos probabilidades de sufrir un accidente que la media de conductores en EE.UU.

Una carrera contrarreloj hacia la autonomía total

Actualmente, todos los vehículos Tesla incorporan el Autopilot básico de serie, y los modelos más recientes son compatibles con el sistema FSD completo, cuyo despliegue global se realiza mediante actualizaciones de software remotas. El objetivo final de Tesla es alcanzar el nivel 5 de autonomía, es decir, una conducción completamente autónoma sin necesidad de supervisión humana, algo que aún no es legal ni técnicamente viable en la Unión Europea.

En este sentido, Tesla trabaja de forma coordinada con los organismos reguladores europeos para adaptar su tecnología a los marcos normativos vigentes y obtener las certificaciones necesarias para ofrecer esta funcionalidad en el mercado continental. La empresa mantiene la ambición de habilitar la FSD supervisada tanto en vehículos nuevos como en unidades ya en circulación, siempre que cuenten con el hardware requerido.

Un mercado europeo en transformación

La llegada de Tesla a Madrid con su sistema autónomo se produce en un momento delicado para la marca en Europa. A pesar de los avances tecnológicos, las matriculaciones de Tesla han caído un 37% en el primer trimestre de 2025 respecto al mismo periodo del año anterior, según datos de matriculación. En paralelo, fabricantes chinos como BYD han crecido un 69% en Alemania y ya ocupan una posición destacada en el mercado español de vehículos eléctricos.

La presión regulatoria, la competencia feroz y las polémicas recurrentes que rodean a Musk y su entorno —incluyendo críticas por el uso de IA en campañas publicitarias y por prácticas en su red social X (antes Twitter)— han generado un entorno de incertidumbre en el que la expansión de Tesla en Europa no será sencilla.

Un paso clave hacia el futuro de la movilidad

Aun así, el test en Madrid representa un hito técnico y simbólico para Tesla. La capital española se convierte en terreno de validación para un sistema que, según la empresa, podría revolucionar la movilidad urbana, reducir accidentes, y disminuir la dependencia de los conductores en entornos complejos.

Por ahora, la FSD Supervisada no está autorizada legalmente en España, por lo que las pruebas se realizan bajo supervisión humana constante y en condiciones controladas. No obstante, el éxito de estas pruebas y la aprobación futura del sistema podrían marcar un punto de inflexión en la introducción de vehículos totalmente autónomos en Europa.

Tesla avanza con paso firme, aunque no exento de obstáculos, hacia su objetivo de liderar el mercado de la conducción autónoma a nivel global. La experiencia madrileña será clave para demostrar si su enfoque visual, basado en inteligencia artificial y datos masivos, puede adaptarse con seguridad a la complejidad urbana europea.