Un pediatra de Guadarrama condenado a siete años y medio de prisión por abusos sexuales a dos menores durante consultas médicas
La Audiencia Provincial de Madrid impone además diez años de inhabilitación profesional y declara responsable civil subsidiaria a la Comunidad de Madrid
La Audiencia Provincial de Madrid ha dictado una sentencia firme contra un pediatra del Centro de Salud de Guadarrama, imponiéndole siete años y medio de prisión por abusos sexuales cometidos contra dos menores entre enero de 2020 y mayo de 2021 durante consultas médicas. Además de la pena de cárcel, el tribunal ha ordenado diez años de inhabilitación para ejercer cualquier actividad profesional que implique contacto directo con menores, y ha declarado la responsabilidad civil subsidiaria de la Comunidad de Madrid, al haber ejercido el condenado como facultativo del sistema público de salud.
El acusado, también diácono, fue hallado culpable de un delito de abuso sexual y otro de abuso sexual a menor de dieciséis años, según recoge la sentencia. A pesar de la condena, el procesado permanece en activo en otro centro de salud, a la espera de que la sentencia adquiera firmeza.
Declaraciones clave de las víctimas
La resolución judicial se basa en las declaraciones de las víctimas, consideradas coherentes, persistentes y verosímiles por el tribunal. En uno de los casos, ocurrido el 31 de enero de 2020, un joven acudió por un esguince en el tobillo. Aprovechando su cercanía con el padre del paciente, el pediatra se ofreció a realizar el vendaje. Durante la exploración, según el testimonio del joven, el médico realizó tocamientos inadecuados que motivaron una queja inmediata al progenitor y una posterior llamada del propio facultativo a la Guardia Civil tras el altercado.
El segundo caso, fechado el 13 de mayo de 2021, involucra a otro joven que acudió por cuestiones médicas y psicológicas. En esta ocasión, el pediatra le pidió que se tumbara y bajara la ropa para comprobar una antigua cicatriz. El relato judicial describe acciones inapropiadas durante esa exploración médica, que incluyeron contacto físico innecesario y un comportamiento que generó una gran incomodidad en el paciente.
Impacto psicológico y contacto posterior
Uno de los elementos más relevantes del caso fue el impacto emocional sufrido por una de las víctimas, quien, según el fiscal, cayó en un estado de aislamiento y angustia prolongados. Pasado un tiempo, el joven recibió una llamada personal del acusado a través de una aplicación móvil, lo que generó una crisis nerviosa que desencadenó la confesión de los hechos a su familia.
El contacto telefónico se produjo tras el verano de 2021, cuando el médico llamó a la abuela del joven solicitando su número con la excusa de una receta médica. Ese gesto fue determinante para que la víctima rompiera el silencio y relatara lo vivido meses atrás.
Negación del acusado y posición de la fiscalía
El pediatra niega rotundamente los hechos, alegando que actuó siempre bajo criterios médicos y sin cometer ninguna conducta inadecuada. No obstante, la fiscalía consideró probados los abusos, solicitando una pena mayor de nueve años de prisión y trece de inhabilitación, petición que también secundó la acusación particular.
La sentencia también refleja la complejidad de la situación judicial y laboral del acusado, quien continuaba ejerciendo en otro centro a la espera de resolución firme, situación que genera inquietud entre usuarios del sistema de salud.
Responsabilidad institucional
El fallo judicial incluye la declaración de responsabilidad civil subsidiaria de la Comunidad de Madrid, por tratarse de un profesional en plantilla del sistema sanitario regional. Este punto podría suponer una compensación económica a las víctimas, en caso de que así lo determinen futuras resoluciones.
Este caso ha generado preocupación entre profesionales y ciudadanía sobre los mecanismos de control y protección existentes en el ámbito sanitario, especialmente en consultas con menores. La sentencia marca un precedente importante en la defensa de los derechos de los pacientes más vulnerables.