Parla

Polémica en Parla por el incremento del 40% en el presupuesto de limpieza: la oposición teme una subida de impuestos

Bolsas de basura junto a un poste | Foto de Servimedia

El nuevo contrato de limpieza urbana aprobado por el Ayuntamiento de Parla genera críticas por su elevado coste y dudas sobre la sostenibilidad financiera del municipio

El Ayuntamiento de Parla ha aprobado recientemente un ambicioso plan de limpieza urbana y gestión de residuos que contempla un incremento del 40% en el presupuesto destinado a estos servicios durante los próximos 11 años. Este nuevo contrato, según el consistorio, busca mejorar la calidad del servicio de limpieza de calles, recogida y tratamiento de residuos, y atender así una de las demandas más recurrentes por parte de la ciudadanía.

No obstante, la oposición municipal, liderada por el Partido Popular, ha mostrado su preocupación ante el elevado coste del nuevo plan, que podría suponer un fuerte desequilibrio en las finanzas del municipio. Los populares advierten que las arcas municipales no están preparadas para absorber un incremento presupuestario de tal magnitud sin comprometer otras partidas o, en su defecto, sin recurrir a una subida de impuestos a los vecinos.

Desde el equipo de Gobierno municipal se defiende la medida como necesaria y urgente para responder a las carencias estructurales del sistema de limpieza actual, considerado ineficiente y obsoleto. Se insiste en que el nuevo contrato contempla no solo más recursos, sino una reorganización del servicio, la incorporación de maquinaria más eficiente, vehículos eléctricos y una plantilla reforzada, lo que repercutirá, aseguran, en una ciudad más limpia, moderna y sostenible.

El PP local, sin embargo, califica la medida de “irresponsable” y advierte que la gestión del presupuesto municipal “no puede apoyarse únicamente en la buena voluntad, sino en la viabilidad económica real”. Temen que el aumento del gasto se traduzca en un incremento del IBI, tasas de basura u otros tributos municipales, afectando a las economías familiares.

Además, los populares exigen transparencia total en la licitación y adjudicación del contrato, así como garantías de que los objetivos del nuevo plan sean medibles y fiscalizables por la oposición y los vecinos.

A este debate se suma el contexto financiero de Parla, un municipio que históricamente ha tenido dificultades presupuestarias y niveles elevados de endeudamiento. El temor es que este contrato a largo plazo comprometa recursos que podrían destinarse a otras áreas como servicios sociales, educación o inversiones en infraestructuras.

El Gobierno municipal ha anunciado que presentará en los próximos días un plan de financiación detallado, con el objetivo de tranquilizar a la ciudadanía y demostrar que el incremento del gasto será asumido sin aumentar la presión fiscal.

Mientras tanto, el debate continúa entre quienes defienden la modernización del servicio como una inversión imprescindible para mejorar la calidad de vida y quienes consideran que los costes no están suficientemente justificados ni garantizados sin afectar el bolsillo de los vecinos.

El resultado de esta medida será clave para el futuro político del equipo de Gobierno y podría tener consecuencias de cara a las próximas elecciones locales si no se logra conjugar eficacia en el servicio con sostenibilidad económica.