Crónicas de nuestro tiempo

Thomas Jefferson presidente de EE.UU

Thomas Jefferson ​ fue el tercer presidente de los Estados Unidos de América, después de John Adams, sucesor de George Washington, primer presidente.

Ocupó la presidencia entre 1801 y 1809, de la nación más rica y poderosa del mundo, siendo el autor principal de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, ocupando el cargo durante dos legislaturas.

Escribió su propio epitafio para su lápida describiéndose como: "Autor de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos del Estatuto de Virginia para la libertad religiosa; y Padre de la Universidad de Virginia".

Jefferson conoció en París a la destinataria de la famosa carta de amor: María Cosway (1760-1838). Él tenía 43 años y ella 27, quedando profundamente enamorado a pesar de ser una mujer casada y sumamente religiosa.

"Mi querida señora. Después de haber realizado el último y triste viaje para acompañarla a su carruaje... y haber visto las ruedas ponerse en movimiento, giré sobre mis talones y caminé, más muerto que vivo, hacia... donde el otro yo, me estaba esperando". 

"Tendré que amarla por siempre", dice en otro espacio de la amorosa declaración.

Manuscrito de Jeffersón a María Cosway

María, impresionó de tal manera a Jefferson, que desde que la conoció, no dejó de insistir en su conquista; en parte porque era extremadamente hermosa y encantadora, y en parte, porque siendo orgulloso, soberbio, machista y mujeriego, no soportaba sentirse perdedor en nada. Ella era el tipo de mujer que usaba su feminidad para atraer a los hombres.

María era, además, una católica devota y el divorcio no era una opción a considerar bajo ningún concepto, y por consiguiente, no se podía permitir el pecado de dejar a Cosway, su marido, por el capricho de un Jefferson con fama de ambicioso y poco estable, como para dejarse arrastrar y escapar con él a Estados Unidos.

La frustración de Jeffersón por no poder convencerla, está reflejada en la carta que cargada de dolor la envía, destacando su lucha  contradictoria entre su corazón y su cabeza.

Ella decidió terminar su vida recluida en un convento en Italia y murió en 1838 obsesionada por la supuesta traición, más virtual que física.

En otra época inmediata o casi simultánea de la vida de Thomas Jefferson, se sabe que mantuvo una larga relación íntima durante gran parte de su vida con su esclava negra Sally Hemings, que además era media hermana de su difunta esposa.

Thomas Jefferson, empezó a tener relaciones sexuales con Sally cuando ella era una adolescente de tan solo 14 años, y él, posiblemente el presidente de los Estados Unidos más degenerado que se sepa hasta hoy.

Siendo Sally tan solo una adolescente, se puede considerar que Jefferson la violó en múltiples ocasiones, ya que era de su “propiedad”. Los hijos que tuvo Sally siendo tan joven y antes de cumplir los 18 años, también se convirtieron en propiedad de Jefferson.  Literalmente, era el dueño de su esclava menor de edad y de todos los hijos que esta tuvo.

Al principio, Jefferson negó que él fuera el padre de sus hijos y dijo que la esclava era “tan solo una sirvienta”, pero lo verdaderamente cierto -porque así consta en la vida de éste personaje y la información que sus propios amigos y conocidos dejaron patente-  es que cuando Jefferson empezó a acostarse con Sally, ella tan tenía catorce años y a los 15, tuvo su primer hijo producto de la violación consentida por miedo al propio presidente y amo, Thomas Jefferson.

La crueldad de la esclavitud y la irracionalidad de los norteamericanos, impedía a los esclavos negarse a tener relaciones sexuales con sus dueños, y lo más repugnante del proceder del tercer presidente de los Estados Unidos -además del hecho-  fue que Sally era de la misma edad que la de 2 hijas de Jefferson.., el padre de los seís hijos que tuvo la pobre Sally.

Cuatro hijos de Sally Hemmings, llegaron a la edad adulta y se casaron teniendo sus propios hijos. Algunos pasaron por “blancos” casándose con mujeres blancas,  ya que la misma Hemmings era un 50% caucasiana.

De las dos hijas restantes, solo una más mulata, se casó con un hombre negro, y todos ocultaron su ascendencia por miedo a las amenazas de Jefferson; el cual destruyó sus notas y diarios para impedir que se supiera lo que hoy le hubiese llevado a la carcel en su propio país.

Jefferson, nunca dio la libertad legal a ninguno de los cinco hijos de Sally  Hemmings y tampoco a su madre Sally, la cual murió como esclava.

Poco se sabe de la consideración que mantuviese con los cinco cónyuges de los que se casaron, pero todo hace suponer, que la posesión secreta recaía sólo sobre sus hijos.

Al final de su vida y a punto de morir, parece ser que Jefferson se sintió algo culpable y entregando 50 dólares a una de sus hijas le concedió la libertad de vivir como una mujer normal.

El trato de Jefferson a su amante/esclava y víctima y a sus hijos, resulta ser un episodio histórico real del que se aflora solo una vivencia del sufrimiento que pasaron los esclavos negros en el país más racista del mundo. El más demócrata; el más avanzado; el más libertario y el más cínico.

En ciertos círculos de entonces, si no se aceptaba el hecho de que Jefferson era el padre de los hijos de Sally, se etiquetaba como discriminación.

Por otro lado, no hay duda de que el mismo Jefferson era un racista sin escrúpulos, amparado en una religiosidad vergonzosa. Él creía que las personas negras eran por designación divina inferiores a las blancas, como así lo creyeron y todavía creen, muchos individuos creyentes y cultos, con familias y prejuicios sociales.

Thomas Jeffersón falleció, en 1826, coincidentemente un 4 de julio, al cumplirse 50 años de la Declaración de Independencia que él mismo escribió.