Razón por la que no se habla español en Filipinas
¿Por qué en Filipinas no se habla español como en Hispanoamérica y Guinea Ecuatorial a pesar de que también fueron parte del Imperio Español?
Porque los anglosajones de los EEUU, exterminaron todo rastro de cultura y belleza, además de provocar un auténtico genocidio racial, para variar.
Al exhibir a los menos civilizados de la tribu "Igorote" el gobierno americano esperaba obtener el apoyo público para sus políticas en Filipinas al demostrar que los habitantes de los recién adquiridos territorios estaban lejos de estar preparados para el autogobierno.
Mientras España creó la primera universidad de Asia en Filipinas, EEUU, tras arrebatarnos la Colonia, acabó con muchos de sus habitantes en zoológicos para diversión de un público poco civilizado poblador del Continente por una gran mayoría de expresidiarios y delincuentes anglosajones que fundaron la gran nación.
El olvidado genocidio cometido por los estadounidenses en Filipinas entre 1899 y 1902 que dejó un saldo devastador de más de un millón de muertos y donde se registraron brutales agresiones a los derechos humanos más básicos, entre los que se encontraba la prohibición de hablar en español.
Genocidio..!! Es decir, la aniquilación o exterminio sistemático y deliberado de un grupo social por motivos raciales, culturales o religiosos, eso es lo que sufrió la nación filipina después que España les cristianizara, apaciguase enseñase, dotando aquel país de centros de educación, formación, literatura, solidaridad, humanismo, etc.
De aproximadamente tres millones de filipinos que hablan español, más de dos millones lo tienen como segunda o tercera lengua y unos 600.000 tendrían como lengua principal una variante criolla del español denominada “chabacano”.
En la actualidad el idioma español es valorado y utilizado ocasionalmente por una parte de las élites culturales y académicas filipinas que aún lo consideran un rico legado y un atributo de identidad cultural nacional, pues en él se escribió una parte fundamental de la historia, la literatura y la poesía filipinas.
El Archipiélago de las Islas Filipinas fue un territorio español desde mediados del siglo XVI hasta el año 1898 tras la invasión estadounidense. A partir de ese momento pasó a manos de los Estados Unidos de América como consecuencia de la breve guerra provocada por este país con la finalidad de constituirse en un imperio colonial a costa de la integridad territorial de España, aprovechando la debilidad institucional por la que nuestro país atravesaba a finales del siglo XIX.
Además de las Filipinas, los EEUU consiguieron apoderarse también de Cuba, Puerto Rico y la Isla de Guam.
La lengua española se utilizó como lengua oficial y vehicular por la administración y los filipinos de las diferentes etnias que poblaban el entramado de islas que conforman el archipiélago y como lengua de uso común entre los habitantes de las islas de mayor tamaño y población (Luzón y Mindanao).
La expansión de nuestra lengua fue consecuencia de la labor divulgadora que llevaron a cabo las órdenes religiosas de la iglesia católica (sobre todo Dominicos y Jesuitas) durante los primeros dos siglos y medio y de la instrucción pública obligatoria establecida en el último medio siglo de los más de trescientos años de administración española del archipiélago filipino (.!.) como complemento de inmersión lingüística en los ámbitos legales, periodísticos, administrativos y sociales que nuestros españoles impartieron tanto en Filipinas como en todas las tierras donde consiguieron llegar con la sana intención de enseñar valores humanos.
Lamentablemente, los EEUU consiguieron en Filipinas, que en menos de dos generaciones, el uso del inglés fuera mayoritario y el español haya prácticamente desaparecido.
Recibir educación en otra lengua que no fuera inglés, casi estaba perseguido por el imperialismo anglosajón, con la insana intención de diluir todo rastro de aprendizaje, cultura, artes y sabiduría de lo que España llevó a aquellas tierras situadas en el infinito de lo desconocido, donde nada más desembarcar, comenzaban la aprendida labor de organizar, enseñar, cristianizar, construir, cultivar y curar. Y es a eso, a lo que nuestros más ignorantes y desarraigados rebeldes, odiadores de nuestra preciosa España, incapaces de poner rumbo a Cuba -por aquello de parecer cultos contando barbaridades de clara ignominia- han divulgado llamando invasión o colonialismo a lo que verdaderamente fue siempre la pacificada llegada de la civilización, cristianismo, valores y enseñanza (.!.) mientras los EE. UU, cuando tuvieron oportunidad, degeneraron tratando a los filipinos como individuos incivilizados apropiados para el servilismo; empezando por utilizarles para aquellas tareas indeseadas más explotadoras y humillantes que humanas.