Igualdad de género
"Para convencer con las mentiras del presente, es necesario borrar las verdades del pasado".
Qué gran definición la del magnífico escritor George Orwell, que adivinó una gran parte de nuestro futuro cuando la política nos lleve al camino que buscan nuestros dictadores sanchistas disfrazados de demócratas.
La famosa igualdad de género…, no es otra cosa que simple y llanamente un título perfectamente estudiado para envolver con su mansa definición un propósito manipulador de las conductas y la genética de las venideras generaciones, donde lo que se persigue es tratar de igualar a niños y niñas, hombres y mujeres, juegos, tareas, conductas, vestimenta, look, lenguaje y comportamientos para conseguir un individuo bisexual homogéneo del que deriven los demás géneros.
Una especie de limpieza y reeducación pensando en la nuevas generaciones similar a lo que hizo Hitler con los secuestros de niños en Polonia, pero de otra forma, aunque el propósito sea el mismo en el sentido de transformar la sociedad adoctrinando a infantes y jóvenes hasta conseguir una nueva raza donde todos piensen y actúen bajo los mismos parámetros.
Recordemos que cuando en la Mili se cortaba el pelo a todos; se les asignaba un número y se les vestía igual. El propósito era y es desnaturalizar anulando la personalidad, carácter y temperamento para convertirlos en sumisos doblegados al servicio circunstancial de la causa. El gran líder será el nuevo Dios
Cuando se cambió Gerona por Girona, Lérida por Lleida, La Coruña por A Coruña, se hizo para anular nombres del pasado comarcal, provincial o regional, en aras de borrar las huellas de la historia con el afán de enterrarla tal y como decía Orwell (.!.) imponiendo conceptos estratégicamente estudiados en busca del convencimiento general amparado en una falacia donde se han utilizado fundamentos naturales hábilmente manipulados contando un origen absolutamente falseado.
La igualdad de género, es una trampa consciente para adoctrinar a una parte de la sociedad pretendiendo que ésta llegue a convencer a otra parte allegada de los no adoctrinados, y convertirles en defensores dogmáticos de que los seres humanos no podemos responder a un neutro común o un plural masculino que obviamente se refiere a ambos géneros, salvo cuando el masculino y el femenino sean nombres diferentes como por ejemplo mujeres y hombres, damas y caballeros sin tener en cuenta los principios activos como derivados verbales.
De esta forma, aquellos individuos y no individuas que gramaticalmente están inmersas en ese plural masculino que define a ambos géneros, son los que hoy día hilvanan con destreza la doble estrategia de convencer mediante la definición, al tiempo que en paralelo trabajan para conducir a la sociedad adoctrinada hacia un sólo individuo con diversidad de inclinaciones sexuales, conductivas y emocionales, encaminadas a marginar el género natural, biológico y fundamentalmente genético…, ¡No olviden esto de genético!
Se trata de encaminarnos marcando terreno, como los perros, a un nuevo sistema universal, empezando por España como probeta de ensayo de quienes desde la UE al servicio de criminales como Bill Gates, George Soros y los grandes lobbys de Lgtbiq+ y movimiento Woke entre otros, pretenden reunificar el mundo y reducir la población hasta disminuir un 40% en el plazo de la agenda 30/50.
De esta forma, el colectivo de políticos que disfrazados de moralidad impermeable manejan a las sociedades a partir de la rebeldía natural de los jóvenes, convencen y sustituyen los valores de las tradiciones y costumbres por conceptos de apariencia inofensiva cuyo daño exponencial puede ser sucesivamente infinito.
Gracias también a la igualdad de género cabe resaltar la pérdida de autoridad de los padres y de los profesores. La mujer casada no tiene amantes porque cuando se enamora, si está casada se separa. El hombre es violento...son los forofos del fútbol; los de los malos modales; los que pegan, abusan y asesinan a las mujeres; los machistas. Es necesario enfrentar adolescentes femeninas contra chicos; mujeres contra hombres. Despertar, homofobia, misantropía, misandria, androfobia y misoginia (.!.) Para justificar la depuración de supuestos colectivos pertenecientes a la ultraderecha.
Hay sucesos donde un hijo mata al padre o a la madre o, a los dos o, a un hermano, o, a sus hijos. En cambio, apenas se escuchan sucesos donde una hija mata a los padres o a su hermano o, hermana o, a sus hijos; y sucede, poco pero sucede y si se dice, es necesario justificarlo como enajenación, drogas o cualquier razonamiento que sirva para justificar una alteración mental atenuante; que, en el caso de varones agresores, es imprescindible magnificar y generalizar el comportamiento asesino.
La genética, juega un papel fundamental en la conducta, el carácter y el temperamento (.!.) por consiguiente, qué podemos esperar de los hijos de la igualdad de género actuales, que generalmente se han desarrollado en núcleos familiares bajo dinámicas disfuncionales que impactan en el desarrollo emocional y psicológico de sus miembros, basados en la promiscuidad en torno al orgullo gay; todo lo antisistema; carencia de valores y esa igualdad de género donde el hombre y la mujer, creen estos depravados, que pueden ser iguales en prácticamente todo.
Las mujeres no pueden ser iguales que los hombres porque entre otras cosas suelen ser mejores, aunque haya excepciones.
Las mujeres tienen la menstruación, que las convierte en más longevas. Las mujeres no quieren mujeres jefas. Quieren jefes que sean hombres. Las mujeres son excelentes administradoras. Buenas investigadoras; magníficas emprendedoras, pero aunque las haya y sepan hacer su trabajo, las mujeres no suelen tener capacidad para realizar trabajos de extremada fuerza, como el de bomberos; albañilería, etc. Tampoco un hombre puede atender y educar a un niño con la sensibilidad y entrega de una mujer, y mucho menos parirlo aunque lo intente por el orto.
Somos géneros biológicamente diferentes y complementarios, que estos satánicos criminales pretenden transformar haciendo de las nuevas generaciones un híbrido obediente, dependiente, sin estímulos ni sentimientos. Y cuando esos nuevos individuos carezcan de emociones, se habrá terminado la ambición y con ella: los delitos, el matrimonio, la familia, la Fe religiosa, la sensibilidad, los sentimientos, los principios, la intelectualidad, las ilusiones, la inventiva, etc. Serán robots humanos, al servicio de un gobierno universal manejado en un tablero como piezas de ajedrez.