Casta Vazqueña (1755). Encaste Vázquez (1ª parte) Orígenes y líneas. Línea Benjumea
El creador de esta Casta fue el sevillano “Gregorio Vázquez”, Intendente del Ejército, con reses compradas en 1755 a los Jesuitas de Sevilla, procedentes de los Cartujos de Jerez. En 1761 aumentó la ganadería con la compra de reses de Casta Cabrera del ya conocido “Benito Ulloa Ledesma-Sanabria”.
Gregorio murió en 1778 y le sucedió su hijo “Vicente José Vázquez”, que también era Intendente del Ejército y que en realidad fue el que fijó las características de esta Casta, continuando la labor de su padre.
Para lograr ganado diverso se hizo arrendatario de Diezmos de la Iglesia (adelantaba el dinero a ésta y se quedaba con las reses que otros ganaderos debían dar a la Iglesia en concepto de esos diezmos).
De esta forma, en 1790 se hizo con ganado de “Benito de Ulloa y Halcón de Cala”, II Conde de Vistahermosa de esta Casta Fundacional; sobre 1800 con reses de “José Rafael Cabrera” y de “Juan José Bécquer” ambos de Casta Cabrera y, por último, sobre 1805 compró varias vacas también de Casta Cabrera a Juan José Ulloa y Ponce de León, I “Marqués de Casa Ulloa”, hijo y sucesor de Benito Ulloa Ledesma-Sanabria.
Con esta mezcla de reses de Vistahermosa y Cabrera, que pastaban en Utrera y alrededores, Vicente José logró una ganadería con personalidad propia de tal forma que cuando murió soltero en 1830 ya estaba configurada la Casta Vazqueña de la que va a derivar un solo Encaste, el Vázquez.
Las características que van a definir a esta Casta-Encaste a lo largo del tiempo son las siguientes:
Son toros de gran trapío, aunque no tan grandes ni cornalones como los de Casta Cabrera, de patas cortas y enmorrillados. Capas variadas y muy llamativas (berrendos en negro y castaño, sardos y muchos jaboneros).
Durante la lidia suelen tener una salida espectacular, en varas acometen con gran poder y fijeza y en la muleta son nobles pero, como defecto, se aploman y desarrollan sentido.
Al morir en 1830 Vicente José Vázquez, su albacea testamentario, el General Genaro Quesada, repartió la ganadería entre varios compradores:
La parte más importante fue adquirida por el propio Rey Fernando VII en 1831 que, al morir dos años después, poco pudo disfrutar de su aventura ganadera. De ésta, que podemos llamar Super-Línea Fernando VII, van a surgir la Línea Braganza, con reses que Fernando regaló a su sobrino Miguel de Braganza, regente y rey usurpador de Portugal y, la más importante del Encaste, la Línea Veragua que se creó tras la muerte del rey en 1833, cuando las reses pasaron a los duques de Veragua, descendientes directos de Cristóbal Colón. Los Veragua hicieron de su ganadería en la segunda mitad del siglo XIX y primeros años del XX, la más prestigiosa y solicitada por público, toreros y empresas.
Las otras partes en las que se dividió la ganadería de Vázquez en 1832 van a constituir las Líneas Francisco Taviel de Andrade, José María Benjumea y Antonio Mera.
Además de estas Líneas, de la Casta- Encaste Vázquez, con mezcla de la de Vistahermosa, van a surgir tres Encastes: Hidalgo Barquero (1832), Villamarta (1914) y Vega-Villar (1914) que se verán en su momento.
Veamos ahora la Línea Benjumea por quedar pronto extinguida y en los siguientes artículos iremos analizando las otras.
Línea Benjumea (extinguida)
José María Benjumea se hizo en 1832 con una parte de las reses de la testamentaría de Vicente José Vázquez y mantuvo la ganadería hasta su muerte en 1862, siendo sucedido por su viuda y sus hijos “Diego y Pablo Benjumea y Pérez de Seoane”.
Los toros de esta línea se caracterizaron muy pronto por su brusquedad en las embestidas y una creciente falta de raza. Por eso, cuando en 1919 el gran torero José Gómez Ortega “Joselito” compró esta ganadería, la mandó al matadero.
Muchos años antes, una partida de reses de esta Línea fue adquirida a los hermanos Benjumea en 1868 por “José Bermúdez Reina” que en 1870 compró una parte de la ganadería del Duque de San Lorenzo (cruce Gallardo-Hidalgo Barquero). Estas reses pasarían en 1874 al ganadero sevillano Rafael Laffite y Castro que, como vimos, reunió en una sola ganadería las sangres Navarra, Jijona, Cabrera, Vázquez (Benjumea) y Gallardo, siendo, no obstante, ésta la predominante y que, tras pasar de forma efímera por el también sevillano “Carlos Conradi” Galín, sería el antecedente de la mítica ganadería y Encaste de Pablo Romero (hoy Partido de Resina).
Como anécdota diremos que la ganadería actual “Núñez de Tarifa”, rehabilitada en el 2000, la dirige un descendiente directo (tataranieto) de José María Benjumea, Francisco Núñez Benjumea y tiene el viejo hierro de Benjumea, pero se formó con reses procedentes de “Joaquín Núñez del Cuvillo”, padre de Francisco, de Encaste Juan Pedro Domecq.
Podemos pensar, en consecuencia, que en la actualidad ya no queda nada de la Línea Vázquez- Benjumea.