El ministro para la Transformación Digital y secretario general del PSOE de Madrid, Óscar López, ha arremetido este sábado contra la subida del abono transporte en la Comunidad de Madrid a partir del 1 de julio, calificándola como un nuevo ataque a las clases medias y trabajadoras.
López ha hecho estas declaraciones en San Fernando de Henares, en un acto de homenaje a los obreros de la antigua fábrica Pegaso, pocas horas después de que el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM) confirmara la aprobación de las nuevas tarifas para el segundo semestre del año, decididas por el Consorcio Regional de Transportes de Madrid (CRTM) el pasado 25 de marzo.
"Ayuso recorta mientras el Gobierno de España ayuda", dice López
El dirigente socialista ha recordado que los usuarios del transporte público en Madrid han podido beneficiarse estos últimos años de las subvenciones del Gobierno de España, que han permitido reducir el coste de los abonos mensuales. Sin embargo, ha lamentado que la Comunidad de Madrid haya decidido ahora subir las tarifas, lo que, a su juicio, perjudica a quienes más utilizan el transporte público por necesidad.
“Una vez más, Ayuso recortando para las clases medias y trabajadoras mientras beneficia a unos pocos”, ha sentenciado López ante los medios de comunicación.
Las nuevas tarifas, publicadas en el BOCM
El BOCM ha oficializado la subida que entrará en vigor a partir del 1 de julio, una medida que afecta a cientos de miles de madrileños que usan el transporte público a diario. Aunque el CRTM ha defendido que la actualización tarifaria responde a criterios técnicos y de sostenibilidad del sistema, las críticas no se han hecho esperar desde la oposición.
Contexto político y social
La subida del abono llega en un momento de alta tensión política en la región, en plena precampaña de las elecciones europeas, y en un escenario marcado por la inflación y el encarecimiento del coste de la vida. Desde el PSOE de Madrid acusan a Ayuso de seguir una política que descuida los servicios públicos, mientras la presidenta defiende que sus medidas buscan garantizar la viabilidad del transporte sin depender exclusivamente de ayudas estatales que, según argumenta su Gobierno, "no son permanentes".
La medida también ha sido criticada por asociaciones de usuarios y sindicatos, que piden congelar las tarifas y mantener las bonificaciones mientras persista la actual situación económica.