Movilidad

Las nuevas rutas de los autobuses turísticos de Madrid para reducir el tráfico

Mapa con la ruta 'Madrid Histórico' - Ayuntamiento de Madrid

El Ayuntamiento limita frecuencias y exige vehículos menos contaminantes para un sector que movía un bus turístico cada 7 minutos en puntos como Gran Vía o Atocha.

La foto más habitual de Madrid, la del autobús turístico rojo asomando en Gran Vía o frente a Cibeles, está a punto de cambiar. El Ayuntamiento de Madrid ha aprobado la nueva regulación para los autobuses turísticos en la ciudad, redefiniendo rutas, frecuencias y requisitos técnicos con el objetivo de proteger la movilidad en el centro y reducir la presión sobre el tráfico urbano.

Según recoge el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM), la ciudad pasa de contar con diez rutas diferentes operadas por cuatro empresas a solo tres recorridos principales y un itinerario navideño, tras un estudio municipal que reveló el impacto real de estos servicios en el tráfico diario. En enclaves como Gran Vía, Atocha o el entorno de la Puerta de Alcalá, los autobuses turísticos llegaron a ocupar hasta el 20 % del tiempo de los carriles bus en horario diurno, obligando a más de un 10 % de los autobuses de la EMT a parar en lugares indebidos o a esperar para acceder a las paradas.

Borja Carabante, delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, ha subrayado que las nuevas normas buscan «seguir ofreciendo un servicio turístico de calidad sin perjudicar la movilidad ni el transporte público, especialmente en el corazón de Madrid».

Tres rutas fijas y una Navidad iluminada

La nueva configuración prevé que sean solo tres las empresas autorizadas a prestar el servicio, cada una de ellas con una licencia de cuatro años y un canon anual de 250.000 euros. Deberán demostrar, además, una experiencia mínima en ciudades de más de 500.000 habitantes y un volumen de negocio anual superior a un millón de euros.

Las tres rutas permanentes, todas con inicio y fin en Neptuno, incluyen:

  • Madrid Histórico: 14 paradas, 14 kilómetros y una duración de 85 minutos, atravesando puntos emblemáticos como el paseo del Prado, calle Alcalá, Gran Vía, Bailén, Tirso de Molina o Atocha.
  • Madrid Moderno: 10 paradas, 11 kilómetros y un recorrido de 70 minutos, pasando por Ciudad de Barcelona, Antonio Maura, San Jerónimo, plaza de la Independencia y paseo de la Castellana.
  • Madrid Actual Alcalá-Plaza de Toros: 10 paradas, 12 kilómetros y 75 minutos de trayecto, recorriendo calle Alcalá, Independencia, avenida de Los Toreros, Goya y Gran Vía, entre otros.

A estas rutas se sumará, en Navidad, un itinerario especial de 7,8 kilómetros sin paradas, que permitirá contemplar las luces y decoraciones navideñas desde Alfonso XII hasta Serrano, incluyendo enclaves como la plaza del Emperador Carlos V, Gran Vía, Cibeles y Goya.

Menos buses y más sostenibles

Uno de los cambios clave será la reducción de la frecuencia de paso. Cada operador deberá programar un intervalo mínimo de 15 minutos entre autobuses de la misma empresa en la misma ruta, para evitar «trenes» de vehículos turísticos que bloqueen el tráfico en calles ya congestionadas. La frecuencia máxima no podrá superar los 60 minutos.

Además, los nuevos autobuses deberán ser CERO emisiones o, como mínimo, ECO, y un 25 % de la flota deberá ser eléctrica antes de que pase un año desde el inicio de la concesión. Los vehículos tendrán un máximo de 16 años de antigüedad, serán de dos pisos —con cubierta superior descubierta y capota retráctil— y estarán equipados con rampa para personas con movilidad reducida.

El horario mínimo obligatorio será de 10.00 a 18.00, ampliable entre las 9.30 y las 20.30. En el caso de la ruta navideña, el servicio se ofrecerá entre el 23 de noviembre y el 7 de enero, de 18.00 a 22.15 horas, y con tarifas superiores a las del transporte público convencional, tal y como exige la normativa estatal.

Un turismo en auge que busca equilibrio

La remodelación llega en un momento en que Madrid ha recuperado cifras récord de visitantes tras la pandemia. Según datos de Turismo Madrid, la capital superó los 12,8 millones de turistas en 2024, un 14,3 % más que el año anterior, lo que ha vuelto a convertir los autobuses turísticos en un recurso muy demandado.

No obstante, el Ayuntamiento quiere evitar que esta actividad turística siga lastrando la fluidez del transporte público y la movilidad peatonal en zonas críticas. El objetivo, explican fuentes municipales, es «compatibilizar la oferta turística con una ciudad viva, sostenible y con una circulación eficiente».

La nueva regulación, en vigor desde este lunes, reconfigura así la imagen de los buses turísticos en Madrid, con menos vehículos en las calles, tecnología menos contaminante y recorridos que buscan mantener la esencia de Madrid sin saturar su corazón urbano.