Miles de personas salen a las calles de toda España en defensa de una vivienda digna
La convocatoria estatal por el derecho a la vivienda moviliza a más de 40 ciudades bajo el lema “Acabemos con el negocio de la vivienda”
Decenas de miles de personas han salido este sábado a las calles de más de 40 ciudades españolas para reclamar una vivienda digna, denunciar la especulación inmobiliaria y exigir una respuesta contundente de las administraciones. Bajo el lema "Acabemos con el negocio de la vivienda", la protesta ha sido convocada por el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid, el Sindicat de Llogateres de Catalunya y otras organizaciones sociales de ámbito estatal.
En Madrid, epicentro de la movilización, la protesta ha arrancado en Atocha y ha recorrido las arterias principales hasta la Plaza de España. Según los organizadores, unas 150.000 personas han participado; una cifra rebajada a 15.000 por la Subdelegación del Gobierno. Consignas como “Caseros ladrones”, “Rentistas culpables, Gobierno responsable”, o “Madrid será la tumba del rentismo” han resonado con fuerza.
La marcha también ha contado con la presencia de la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, que ha respaldado públicamente las demandas de los manifestantes.
Un mensaje firme desde el movimiento inquilino
Durante la manifestación en Madrid, la portavoz del Sindicato de Inquilinas, Valeria Racu, lanzó un contundente mensaje:
“Hoy decretamos los alquileres indefinidos. Basta de que cada cinco o siete años tengamos que abandonar nuestros barrios o nuestras ciudades. Si se te acaba el contrato en 2025, quédate, organízate y resiste. Las huelgas de alquiler han venido para quedarse. Funcionan.”
Racu denunció a fondos buitre como Blackstone, Nestar o Vivenio, y a empresas como Alquiler Seguro, así como la actuación de la Sareb y el Plan Vive, a los que acusa de “buitrear la vivienda pública”. También anunció nuevas huelgas de alquiler y señaló que “el miedo está cambiando de bando”.
Exigencias clave del movimiento
Entre las reivindicaciones de los manifestantes destacan:
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Contratos de alquiler indefinidos
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Reducción inmediata del 50% de los precios de alquiler
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Recuperación de viviendas vacías, turísticas y de temporada
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Disolución de Sareb y ampliación del parque público de vivienda
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Prohibición de compra especulativa
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Desarticulación de los grupos de desokupación
Además, denuncian que muchas de las llamadas “viviendas asequibles” son, en realidad, inasumibles para las clases trabajadoras, y exigen políticas que garanticen que nadie destine más del 30% de su salario a vivienda.
Un problema estructural en todo el país
Las protestas han tenido una notable incidencia en zonas turísticas como Barcelona, Palma, Ibiza, Málaga o San Sebastián, donde la presión de la vivienda turística ha expulsado a numerosos residentes locales.
En Palma de Mallorca, más de 10.000 personas han exigido el derecho a vivir en la isla. En Ibiza, los manifestantes han denunciado el aumento masivo de caravanas y asentamientos por falta de viviendas dignas. En Sevilla, muchas familias relataron desahucios tras la venta de sus bloques a empresas para convertirlos en pisos turísticos.
Apoyo sindical e institucional parcial
Las protestas han sido respaldadas por CC.OO. y UGT, que han reclamado la aplicación efectiva de la Ley de Vivienda y la intervención del mercado del alquiler. Asimismo, desde el Gobierno central, la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, mostró su respaldo parcial a las demandas:
“Comparto con los manifestantes que las viviendas deben ser para vivir, no para especular. Pero solo lo lograremos si todas las administraciones reman en la misma dirección.”
Una movilización que no termina hoy
El movimiento inquilino ha anunciado que el 5-A no es un punto final, sino el inicio de una ofensiva continuada. En las próximas semanas se reforzará la organización en barrios y bloques, y se prevén nuevas huelgas de alquiler y acciones de presión coordinadas contra grandes tenedores y entidades públicas.
“No vamos a parar hasta acabar con el negocio de la vivienda”, concluyó Valeria Racu. “Hoy empieza una sociedad mejor, sin rentismo, sin miedo, y con poder inquilino”.