Miles de multas de tráfico en Madrid serán anuladas por un fallo informático del Ayuntamiento
El error afectó a escritos de ciudadanos que fueron registrados en plazo pero no procesados, lo que ha provocado la prescripción o caducidad de los procedimientos sancionadores
El Ayuntamiento de Madrid tendrá que anular miles de multas de tráfico emitidas entre junio y agosto de 2024 como consecuencia de un fallo informático en sus sistemas de gestión de sanciones. El error, confirmado por el propio Consistorio, impidió el correcto registro de alegaciones, recursos e identificaciones de conductor presentadas en plazo por los ciudadanos.
El incidente ha sido dado a conocer por Pyramid Consulting, despacho especializado en defensa legal de conductores, que ya ha tramitado más de 5.000 expedientes afectados. Según ha explicado la consultora, pese a que los usuarios presentaron sus escritos dentro de los plazos legales, muchos de estos no llegaron a procesarse internamente, lo que ha provocado que las sanciones prescriban o caduquen, tal como prevé el artículo 112 de la Ley de Tráfico y Seguridad Vial.
Consecuencias legales claras
El equipo jurídico de Pyramid Consulting ha sido contundente: “Es un caso de manual. Si el Ayuntamiento no resuelve en plazo, el procedimiento sancionador queda sin efecto”. En función del momento del proceso en el que se encontrara cada expediente, esto implica que las multas deberían ser anuladas por prescripción o caducidad.
La situación reviste especial gravedad porque, según advierte la consultora, miles de conductores podrían haber sido sancionados sin base legal, al no haberse tramitado correctamente sus alegaciones. Muchos expedientes habrían seguido su curso sin que el sistema reflejara que los ciudadanos habían ejercido su derecho a la defensa.
Llamamiento a revisar sanciones
Desde Pyramid Consulting se ha instado a los madrileños a revisar cuidadosamente todas las multas tramitadas entre junio y agosto de 2024. En caso de haber presentado alegaciones o identificaciones de conductor y no haber recibido una respuesta en los plazos previstos, existe una alta probabilidad de que la sanción deba considerarse nula.
El Ayuntamiento, por su parte, no ha confirmado aún el número exacto de expedientes afectados, ni ha precisado si se iniciará un procedimiento automático de revisión y anulación de las multas comprometidas por el fallo técnico.
Una nueva brecha en la gestión administrativa
Este incidente pone en cuestión la fiabilidad de los sistemas de tramitación sancionadora del Consistorio madrileño y abre la puerta a una oleada de reclamaciones, no solo por la posible devolución de importes pagados, sino también por daños derivados de sanciones mal impuestas (como pérdida de puntos, recargos por demora o restricciones de circulación).
El caso refuerza la necesidad de una fiscalización tecnológica más rigurosa en los procedimientos administrativos, especialmente en materia sancionadora, donde los errores pueden tener consecuencias directas sobre los derechos de los ciudadanos.