Colapso en Barajas: policías y sindicatos denuncian falta de previsión y recursos humanos en el control fronterizo
El caos vivido en la T4 por más de 6.000 pasajeros reaviva las críticas por la escasez de efectivos, el exceso de vuelos y la descoordinación institucional.
El aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas vivió este miércoles una de sus jornadas más caóticas en plena operación salida de verano, cuando miles de pasajeros quedaron atrapados en la Terminal 4 por un colapso en los controles fronterizos. Más de 6.000 personas resultaron afectadas por largas colas, retrasos y pérdida de vuelos en un episodio que ha desatado una nueva tormenta política, sindical e institucional sobre la gestión de los servicios públicos en infraestructuras clave.
La Policía Nacional, a través de sindicatos como CEP y Jupol, ha responsabilizado directamente a la falta de planificación, acusando a la jefatura del cuerpo y a AENA de no haber dispuesto suficientes recursos para anticipar la avalancha de pasajeros. “Solo 7 de las 17 cabinas de control de pasaportes estaban operativas en plena hora punta”, ha denunciado David Gutiérrez, portavoz del sindicato CEP, quien calificó de “muy malas” las explicaciones del Ministerio del Interior, que atribuyó el caos a un fallo informático puntual.
La versión oficial de Interior asegura que todas las cabinas estaban atendidas y que el sistema fue restablecido en torno a las 15:00 horas, tras un corte ocurrido pasadas las 11:00. Pero desde dentro del propio aeropuerto, agentes del puesto fronterizo han revelado que la normalidad no comenzó a recuperarse hasta varias horas después, cuando se abrieron progresivamente más puntos de control. Durante ese tiempo, cientos de pasajeros perdieron sus vuelos y la Guardia Civil tuvo que intervenir para contener los nervios de la multitud.
Críticas cruzadas entre Transportes, Interior y AENA
El Ministerio de Transportes ha señalado a Interior por la falta de agentes, mientras que este ha culpado a un error informático. Sin embargo, los sindicatos policiales apuntan también a AENA, afirmando que la empresa pública ha duplicado la programación de vuelos sin aumentar los recursos ni adaptar la infraestructura.
“Barajas es el escaparate mundial del turismo español y ayer ofrecimos una imagen lamentable y tercermundista”, ha denunciado Laura García, portavoz de Jupol, quien rechaza que un fallo técnico justifique la situación. “La previsión fue nula. No puedes recibir más vuelos sin reforzar la plantilla ni ampliar los dispositivos de control”, insistió.
La situación podría agravarse este viernes, cuando se espera que más de 52.000 personas pasen por la T4 Satélite, según fuentes de AENA, que aseguran que ese volumen es habitual para estas fechas y no excede el de otros días recientes.
Refuerzo insuficiente
Desde el pasado 30 de junio, el Ministerio del Interior ha desplegado 256 agentes de refuerzo en el aeropuerto. Sin embargo, fuentes policiales aseguran que la mitad de ellos no estaban operativos este miércoles y advierten que el volumen de trabajo y la presión en el puesto fronterizo requiere refuerzos adicionales permanentes, no solo temporales durante el verano.
“No es solo un problema puntual. Es una falla estructural de coordinación y previsión entre los responsables del control fronterizo, AENA y los ministerios implicados. Si sabemos que habrá más vuelos y más turistas, ¿por qué no está previsto un dispositivo proporcional?”, cuestionan desde la comisaría de Barajas.
Un modelo de transporte bajo presión
El colapso de Barajas se suma a los recientes problemas en la red ferroviaria, como la avería del AVE entre Toledo y Andalucía, que afectó a más de 15.000 viajeros esta semana, o el corte en la línea de alta velocidad entre Madrid y Barcelona por un incendio en la circunvalación de Lérida.
Todo ello ha provocado una cascada de críticas políticas. La Mesa del Turismo ha denunciado una “negligencia reiterada” del Gobierno, mientras la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) ha exigido una mejora urgente en los controles de pasaportes en todos los aeropuertos.
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, no ha dudado en afirmar que en su Gobierno “ni el ministro de Transportes ni los presidentes de Renfe y Adif seguirían en su cargo”, aludiendo al papel de Óscar Puente, que mientras se producían los incidentes publicaba en redes sociales las cifras récord de turistas que ha recibido España en 2025.
El turismo, entre el orgullo y la saturación
Lo ocurrido revela las costuras de un sistema de transporte tensionado, que se enfrenta a un verano de alta demanda con infraestructuras y recursos claramente insuficientes. España, con un 13% del PIB vinculado al turismo, ha reducido en la última década su inversión pública en transporte del 0,84% al 0,66% del PIB, lo que la sitúa entre los últimos países de la UE en esta materia.
Mientras tanto, las colas interminables, los vuelos perdidos y la tensión ciudadana siguen protagonizando un verano que, lejos de empezar con buen pie, ha puesto en evidencia una red logística y administrativa desbordada. Y lo peor, según denuncian los sindicatos, podría estar aún por llegar.