Así se desprende de datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. La serie histórica comienza en 1961 y la información de 2023, proporcionada por las comunidades autónomas, tiene carácter provisional.
El año pasado se declararon 7.748 siniestros forestales en España, la segunda cifra más baja desde 1986. La más pequeña desde entonces se produjo en 2018, con 7.010. En cambio, el máximo histórico llegó en 1995, con 25.827 incendios (que arrasan al menos una hectárea) y conatos forestales (con menos de una hectáreas quemadas).
Sin embargo, este aspecto no tiene correlación con la superficie arrasada por las llamas, puesto que el año pasado se quemaron 89.068,33 hectáreas en España, la cuarta cantidad más alta del último decenio, solo por detrás de 2022 (268.099,03 hectáreas), 2017 (183.496,22) y 2015 (109.782,85), y la decimotercera más pequeña desde 1986.
De las hectáreas arrasadas el año pasado, que abarcan un 0,32% del territorio nacional, un total de 4.250,45 corresponden a vegetación herbácea (pastos y dehesas) y el resto a vegetación leñosa, concretamente, 47.389,99 hectáreas de matorral y monte abierto, y 37.427,89 de superficie arbolada.
ZONAS GEOGRÁFICAS
Por otro lado, el noroeste peninsular (Asturias, Cantabria, Galicia, País Vasco y las provincias de León y Zamora) concentró un 42,13% de los incendios y conatos forestales durante el año pasado, mientras que el resto de los siniestros se repartieron entre las comunidades interiores (concretamente, las provincias de las regiones no costeras, salvo León y Zamora), con un 31,96%; el Mediterráneo, con un 25,05%, y Canarias, con un 0,86%.
En cuanto a la superficie forestal arrasada por el fuego, el 50,25% pertenece al noroeste; un 19,77%, a Canarias; un 19,53, a las comunidades interiores, y un 10,44%, al área mediterránea.
En cambio, la mayor cantidad de superficie arbolada arrasada por el fuego se produjo en Canarias (35,10%), por delante de las comunidades interiores (30,79%), el noroeste (23,49%) y la zona mediterránea (10,62%).
Ese liderazgo del archipiélago canario se debe al incendio declarado en Tenerife durante el pasado agosto, que arrasó cerca de 15.000 hectáreas en lo que fue el fuego de mayor magnitud en España en 2023. Ese incendio experimentó varias reactivaciones a comienzos de octubre.