Zendal

El derrumbe de parte del techo exterior del Zendal desata nuevas críticas por su estado y escasa utilidad asistencial

Obras del pionero Centro de Atención Diurna para enfermos de ELA en el Hospital Enfermera Isabel Zendal - Comunidad de Madrid

El desplome de una cubierta exterior, sin causar heridos, reaviva el debate sobre una infraestructura de más de 200 millones de euros y con uso sanitario mínimo

El Hospital de Emergencias Enfermera Isabel Zendal, situado en el barrio madrileño de Valdebebas, vuelve a estar en el centro de la polémica tras el derrumbe de un falso techo exterior este miércoles por la noche, en una zona de paso habitual para el personal del SUMMA 112. El incidente no causó daños personales, pero ha encendido de nuevo las críticas por el elevado coste del complejo y su baja actividad asistencial, en contraste con las constantes deficiencias estructurales denunciadas por empleados y oposición política.

Según fuentes de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, el colapso afectó a una estructura de pladur colocada como revestimiento de una losa de hormigón en un porche de acceso. El suceso se produjo a las 21:10 horas, justo cuando decenas de teleoperadores, sanitarios y personal auxiliar se encontraban trabajando o transitando por el área. Varias personas evitaron por segundos el impacto de los materiales. “Estamos vivos de milagro”, relató una empleada del SUMMA 112.

Una infraestructura millonaria con escasa asistencia

La caída de este revestimiento ha puesto nuevamente en entredicho el estado de conservación del Zendal, una infraestructura que ha costado más de 200 millones de euros al erario público, pero que en 2023 apenas registró 429 ingresos hospitalarios, una media de poco más de un paciente al día, según datos del propio centro.

La instalación, inaugurada en diciembre de 2020 como respuesta urgente a la pandemia, fue presentada por la presidenta autonómica Isabel Díaz Ayuso como un centro “pionero en Europa”, destinado a aliviar la presión asistencial de los hospitales madrileños. Sin embargo, desde su apertura ha acumulado críticas por su elevado sobrecoste, falta de quirófanos, ausencia de pacientes y gestión externalizada de múltiples servicios.

Críticas políticas y denuncias laborales

El portavoz de Sanidad del PSOE en la Asamblea de Madrid, Carlos Moreno Vinués, ha expresado su preocupación en redes sociales: “Lamento el estado de la 'maravilla secreta' del Zendal, que tantos millones nos ha costado y tan escaso uso sanitario proporciona”. Además, ha denunciado que los grupos parlamentarios de la oposición siguen sin poder visitar el hospital, pese a haberlo solicitado formalmente.

El comité de empresa y varios empleados han advertido que no se trata de un hecho aislado. Se han producido anteriores caídas de lamas en el garaje, goteras, presencia de insectos y deficiencias en los planes de evacuación. “No se han hecho simulacros y no nos entregan el plan de emergencias”, ha denunciado Vladimir Valentín, representante sindical.

La Consejería minimiza el incidente

Desde el Gobierno regional se ha calificado el suceso como un "pequeño desprendimiento sin consecuencias", limitando el alcance a un “espacio exterior pequeño y perimetrado” y asegurando que no ha habido afectación asistencial. Este jueves, operarios ya trabajaban en la reposición del revestimiento dañado con nuevos paneles.

La consejera de Sanidad, Fátima Matute, ha afirmado que se están analizando las causas y que podría haberse debido a los fuertes vientos registrados en la zona. No obstante, el suceso ha generado inquietud sobre la seguridad de una infraestructura que, pese a su imponente diseño y alta inversión, no logra consolidarse como centro asistencial de referencia.

Un símbolo controvertido del “Ayusismo”

Desde su anuncio, el Zendal ha sido presentado por el Ejecutivo de Ayuso como símbolo de eficacia y modernidad en tiempos de crisis sanitaria. Sin embargo, la escasa actividad médica real, los sobrecostes —que multiplicaron por cuatro el presupuesto inicial— y la subutilización del hospital, lo han convertido también en uno de los focos más persistentes de crítica política y ciudadana.

El suceso de este miércoles no ha hecho sino reavivar el debate sobre la idoneidad de mantener operativo un centro que muchos consideran infrautilizado, cuando existen carencias estructurales en Atención Primaria y otros hospitales públicos de la región.

Mientras se peritan los daños y se ejecutan las reparaciones, el Zendal sigue generando más titulares por su estado físico y político que por su impacto real en la salud de los madrileños.