La UPNA gradúa a su primera promoción de Medicina en un contexto de crítica al convenio de financiación firmado por el Gobierno de Navarra
La universidad celebra la culminación de un proyecto académico pionero con 60 nuevos médicos mientras UPN cuestiona la legalidad del acuerdo económico que lo sostiene
La Universidad Pública de Navarra (UPNA) ha culminado un hito histórico con la graduación de la primera promoción del grado en Medicina, un proyecto que se puso en marcha en septiembre de 2019 tras años de planificación y apoyo institucional. La titulación, fruto de la colaboración entre la universidad, el Gobierno de Navarra y el Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea, ha formado durante seis años a 60 estudiantes que ahora se enfrentan al examen MIR para acceder a la formación especializada.
La decana de la Facultad de Salud, Almudena Sánchez, y el vicedecano Tomás Belzunegui han valorado positivamente la evolución del grado, destacando la implicación de los docentes y profesionales sanitarios, así como la introducción de metodologías innovadoras como la simulación clínica, el aprendizaje basado en problemas y la medicina personalizada y de precisión. Además, la UPNA ha dotado el plan de estudios con una fuerte carga de comunicación médico-paciente como seña distintiva.
Las prácticas hospitalarias, que comienzan en segundo curso y se intensifican en quinto, han sido otra de las fortalezas del programa. Según sus responsables, la colaboración con el Servicio Navarro de Salud ha sido clave, pese a que la labor docente no sea rentable para los clínicos implicados.
El desarrollo del grado ha contado con recursos extraordinarios, como una nueva facultad en proceso de apertura y un convenio de financiación plurianual recientemente suscrito entre el Gobierno foral y la UPNA. Sin embargo, este convenio ha sido objeto de duras críticas por parte de UPN, que considera que fue aprobado con “temeridad” y sin garantías técnicas suficientes.
El partido regionalista ha denunciado que el acuerdo, por valor cercano a los 400 millones de euros, fue avalado por el Ejecutivo de María Chivite a pesar de contar con un informe de fiscalización desfavorable del Director General de Intervención. Entre los reparos técnicos se señalan la ausencia de un sistema de contabilidad analítica, falta de justificación en el plan de inversiones y deficiencias en los mecanismos de control.
UPN acusa al Gobierno de actuar con precipitación e irresponsabilidad, y de firmar acuerdos “para cubrir expediente” mientras ignora el contenido de los informes oficiales. La formación también ha recordado que el rector de la UPNA, Ramón Gonzalo, ya alertó en 2024 de que la falta de financiación adecuada tendría un impacto significativo en el futuro de la universidad.
Pese a las críticas, la comunidad universitaria ha cerrado esta primera etapa con orgullo, destacando que el nuevo grado ha permitido estudiar Medicina en una universidad pública a muchos jóvenes que no podían afrontar los costes de la privada. El enfoque práctico, la innovación docente y el contacto directo con el ámbito clínico han sido claves para consolidar una experiencia educativa que marca un antes y un después en la oferta académica navarra.
Ahora, con la vista puesta en la apertura oficial de su nueva facultad y en la consolidación de futuras promociones, la UPNA deberá afrontar los retos de sostenibilidad financiera, control de calidad y ampliación de infraestructuras. Mientras tanto, los 60 nuevos médicos de esta primera hornada se preparan para incorporarse al sistema sanitario con el respaldo de una formación exigente, personalizada y pionera.