Nace en Hortaleza Filanda, la primera fundación comunitaria de Madrid para fortalecer el tejido vecinal y asociativo
Impulsada por colectivos locales, busca movilizar recursos, promover la filantropía de proximidad y consolidar una red viva de cooperación y apoyo mutuo
El barrio madrileño de Hortaleza ha sido el escenario del nacimiento de Filanda, la primera fundación comunitaria de la ciudad de Madrid, una iniciativa vecinal con vocación de largo recorrido que pretende “tejer comunidad desde lo cotidiano” y convertirse en una herramienta útil al servicio del distrito, sus gentes, sus colectivos y sus sueños compartidos.
La fundación, presentada oficialmente la semana pasada durante un emotivo acto en el teatro de la Fundación ORCAM (Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid), se perfila como un espacio de encuentro y cooperación vecinal, con el propósito de canalizar apoyos económicos, técnicos y humanos hacia proyectos locales con impacto real. Entre sus objetivos, figuran impulsar la cultura de la filantropía local, fortalecer el tejido asociativo y fomentar la creatividad colectiva.
“Queremos ser quienes tejen, no el telar. No hemos venido a liderar nada, sino a acompañar lo que ya existe en Hortaleza”, explicó durante el evento María Pereiro López, vicepresidenta de la fundación. Un mensaje que define el espíritu colaborativo del proyecto, que rechaza estructuras jerárquicas y promueve una forma de gobernanza abierta, horizontal y basada en los vínculos de cercanía.
Un proyecto que nace desde el barrio y para el barrio
Filanda ha sido impulsada por vecinas y vecinos activos en el movimiento asociativo del distrito, en un contexto donde Hortaleza destaca por su diversidad social y su tradición de organización vecinal. La fundación pretende dotar de herramientas estables a esa red ya existente, desde un modelo sostenible que permita captar fondos, fomentar sinergias y acompañar procesos transformadores en el territorio.
“Filanda nace para quienes aman el lugar donde viven, aunque suene cursi”, señaló en la presentación Rosa Gallego, directora de Relaciones Internacionales de la Asociación Española de Fundaciones, que subrayó la importancia de este tipo de entidades en la transformación social local. La fundación ya ha iniciado una campaña de donaciones con el objetivo de culminar su constitución oficial en los próximos meses.
El acto de presentación contó con la asistencia de más de un centenar de personas, entre ellas representantes de otras fundaciones comunitarias como Tot Raval (Barcelona), Horta Sud (Valencia) y Novessendes (Castellón), que compartieron sus experiencias en el marco del IV Encuentro Estatal de Fundaciones Comunitarias, celebrado también en Madrid.
Compromiso social, cultura y celebración vecinal
La velada fue inaugurada por el pianista Jorge Bedoya, y combinó arte, compromiso social y encuentro colectivo. Como cierre, se ofreció un piscolabis en los jardines del recinto a cargo de la asociación El Olivar, entidad que trabaja con jóvenes sin hogar desde hace más de tres décadas, en un ambiente distendido y participativo que reflejó el carácter inclusivo y comunitario de la fundación naciente.
Filanda se define como una red viva, un “nodo facilitador que transforma ideas en realidades tangibles”, que quiere activar el potencial colectivo del barrio. “Un espacio abierto donde todas las voces cuentan, donde no se lidera desde arriba, sino que se acompaña desde dentro”, en palabras de uno de sus portavoces, Javier Díaz, quien también destacó la necesidad de implicar a asociaciones, instituciones, empresas y vecinos en esta iniciativa común.
Una mirada sostenible, creativa y solidaria
La fundación tendrá entre sus líneas de trabajo el impulso de proyectos colaborativos, la realización de estudios e investigaciones con enfoque territorial, y la organización de formaciones que partan del barrio y reviertan en él. Además, aspira a convertirse en un canal de referencia para la movilización de recursos locales que fortalezcan la autonomía de las iniciativas vecinales.
Con una clara apuesta por la sostenibilidad, la diversidad y el arraigo territorial, Filanda nace con la ambición de consolidar una cultura del cuidado y de la colaboración, que responda a las necesidades reales de Hortaleza y que pueda, en un futuro, servir de modelo para otros barrios de Madrid. Una fundación nacida desde abajo, construida desde el compromiso cotidiano, que busca fortalecer los lazos comunitarios y generar cambios duraderos desde lo local.