El Gran Premio de Fórmula 1 en Madrid: entusiasmo, críticas y debate sobre su impacto

Coche F1 en el evento exhibición Red Bull
El regreso de la Fórmula 1 a Madrid, previsto a partir de 2026, promete ser un evento de gran magnitud para la ciudad, con inversiones millonarias y expectativas de posicionar a la capital como un referente en el automovilismo mundial

Un proyecto ambicioso con inversiones millonarias

El Gran Premio de Fórmula 1 se desarrollará en un circuito urbano en la zona de Valdebebas-Ifema, marcando el regreso de esta competición a Madrid después de más de 40 años. Según anunció IFEMA Madrid, la organización contará con una inversión inicial de 400 millones de euros en colaboración con Match Hospitality, destinados a áreas VIP y experiencias exclusivas para los asistentes. Además, se estima que el coste total del evento alcance los 1.000 millones de dólares en 10 años.

El circuito, cuya construcción ya está en marcha con un presupuesto base de 110,9 millones de euros, combinará infraestructuras permanentes y temporales. Se busca que el evento sea neutral en emisiones de carbono, alineándose con los compromisos de sostenibilidad de la Fórmula 1.

Expectativas económicas y desafíos sociales

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, defendió la importancia del Gran Premio como una oportunidad de crecimiento económico y atracción turística. “Este evento consolidará a Madrid como uno de los destinos más atractivos del mundo”, afirmó, destacando el aumento en el ranking turístico mundial de la ciudad, ahora solo detrás de París.

Sin embargo, asociaciones vecinales, lideradas por la FRAVM, han mostrado su rechazo al proyecto, presentando un documento de alegaciones por las “graves molestias” que podría causar el circuito. Argumentan que el ruido, el impacto ambiental y la movilidad son problemas no abordados suficientemente en el plan. Además, critican la tala de 750 árboles prevista y la “falta de transparencia” en el proceso de aprobación.

Críticas de la oposición

El grupo Más Madrid también ha presentado alegaciones contra la licencia de actividad temporal, calificándola de “atajo” para evitar un mayor control. Según el concejal José Luis Nieto, el circuito tiene un carácter permanente, lo que debería implicar un procedimiento administrativo más riguroso. “El evento beneficia a un grupo exclusivo de personas y no responde a las necesidades reales de la ciudad”, aseguró Nieto, señalando posibles irregularidades en el proceso.

Además, destacaron que el plazo para alegar coincidió con las fechas navideñas, limitando la participación ciudadana. Nieto solicitó un nuevo procedimiento abierto y transparente que permita evaluar los efectos del proyecto a largo plazo.

El impacto medioambiental y la movilidad

La FRAVM y otras asociaciones han señalado el impacto negativo del proyecto en el medio ambiente y la vida cotidiana de los residentes. Critican la ausencia de medidas efectivas contra el ruido, que podría superar los 130 decibelios, y la falta de planificación para mitigar los problemas de tráfico en la zona durante los cinco meses de montaje y desmontaje anual.

Además, alertan sobre la carencia de protocolos claros de seguridad y la falta de un plan de movilidad que considere tanto a los asistentes como a los vecinos. Este enfoque contrasta con la ambición del Ayuntamiento de convertir el evento en un modelo de sostenibilidad.

Al final: puede salir cara, o cruz 

El Gran Premio de Fórmula 1 en Madrid se perfila como un evento de gran impacto económico y mediático, con el potencial de reforzar la proyección internacional de la ciudad. Sin embargo, la falta de consenso y las críticas por el impacto en el entorno y la calidad de vida de los residentes subrayan la necesidad de un diálogo más abierto y transparente entre las partes implicadas.

Con un plazo ajustado para completar las obras y cumplir con los requisitos del calendario de la Fórmula 1, el proyecto avanza en medio de grandes expectativas y un clima de debate que refleja la complejidad de equilibrar el desarrollo urbano con el bienestar de sus habitantes.