Beatriz Álvarez Mesa denuncia el machismo en el fútbol
La presidenta de la Liga Femenina de Fútbol (Liga F), Beatriz Álvarez Mesa, ha revelado en una entrevista con El Mundo el trato machista que sufrió por parte de Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Según relata, en sus primeros contactos con él, Rubiales intentó apartarla del liderazgo de la Liga F y le negó facilidades laborales, asegurándole que su prioridad debía ser la maternidad.
"Cuando entré en la Liga F acababa de ser madre. Durante mis primeras conversaciones con Rubiales le planteé la posibilidad de hacer reuniones por videoconferencia", cuenta Álvarez Mesa. La respuesta del entonces presidente de la RFEF fue tajante: "En un momento como ese, lo que tenía que hacer era centrarme en la maternidad y dar ejemplo", rechazando su petición y exigiéndole reuniones presenciales.
Según la presidenta de la Liga F, Rubiales dejó constancia de sus palabras en un correo electrónico, lo que ella utilizó como prueba para exponer su actitud discriminatoria en el Consejo Superior de Deportes. "Voy a mi primera reunión con Rubiales y con el Secretario de Estado y lo primero que hago es sacar esa carta. Le dije que no iba a hablar de nada hasta que no me pidiera perdón", recuerda.
Además, describe a Rubiales como una persona con un comportamiento machista y condescendiente, que la trataba con paternalismo. "Me aconsejaba todo el rato y yo pensaba: 'Como siga tus consejos, acabo mal y pronto'".
El caso Jenni Hermoso y la exclusión de la final del Mundial
Álvarez Mesa también se refirió a su postura en el caso Jenni Hermoso, asegurando que no le sorprendió la actitud de Rubiales. "Todas las personas del mundo del fútbol sabíamos cómo era. No hablo solo del beso, sino de todo lo que ocurrió en el palco".
A pesar de ser la presidenta de la Liga F, no fue invitada a la final del Mundial en Australia, donde España se proclamó campeona. "Hubiera sido lo lógico, pero no me invitaron porque no actué con servilismo, porque tengo carácter y no cedo", denuncia. Aunque no estuvo en el palco, sí pudo acompañar a las jugadoras en el vestuario y en el campo tras la victoria.
Un pasado ligado al fútbol y una lucha por la igualdad
Nacida en Oviedo en 1982, Beatriz Álvarez Mesa fue futbolista desde los 12 años, jugando en el Oviedo Moderno hasta los 22 años. "Pertenezco al fútbol de los 90. Teníamos los peores horarios de entrenamiento, compartíamos el campo con varios equipos y heredábamos camisetas de equipos masculinos", recuerda.
Tras su retirada como jugadora, decidió volcarse en la promoción del fútbol femenino. En 2006 fundó la Escuela del Oviedo Moderno y en 2009 asumió la presidencia del club, cargo que ocupó durante una década.
También ha desempeñado diversos roles institucionales en el deporte, siendo Directora General de Deportes del Principado de Asturias entre 2019 y 2022, hasta que fue llamada para presidir la Liga F, con el objetivo de consolidar su profesionalización.
Una maternidad en igualdad: su marido dejó de trabajar para que ella creciera profesionalmente
Álvarez Mesa también destaca la importancia de visibilizar su historia familiar. Casada y madre de tres hijos, revela que su marido tomó la decisión de dejar de trabajar para ocuparse de la crianza, permitiéndole a ella avanzar en su carrera profesional.
"Mi caso es importante porque mi marido dejó de trabajar para dedicarse a la crianza y darme la posibilidad de crecer profesionalmente", explica. "Él se queda con los tres pequeños cuando estoy fuera, pero tampoco es fácil para mí, porque soy muy mamá gallina y no me gusta perderme nada".
A pesar de ello, asegura que su situación no es diferente a la de cualquier madre trabajadora: "Hoy, por ejemplo, antes de que fueran al cole los llamé por vídeo. Hago lo mismo que cualquier madre que trabaja".
Una lucha que continúa
Desde la presidencia de la Liga F, Álvarez Mesa sigue trabajando por el reconocimiento y el avance del fútbol femenino en España, una lucha que ha estado marcada por desafíos, discriminación y enfrentamientos con el poder. Su objetivo sigue siendo el mismo que tenía cuando dejó de jugar: dar voz al fútbol femenino y garantizar la igualdad en el deporte.