Laboral

Aumento de Trabajadores con Jornadas Reducidas desde el 2000

Personas en una oficina | Foto de 123RF/peopleimages12
En España, los trabajadores con jornadas laborales de menos de 38,5 horas semanales se han multiplicado por más de dos entre el año 2000 y 2022, según un estudio de Cepyme

Durante este período, el porcentaje de empleados bajo convenios colectivos que amparan jornadas reducidas creció del 20,1% al 44,5%.

Reducción en Jornadas Largas

En contraste, los trabajadores con jornadas superiores a 39,5 horas semanales han disminuido significativamente, pasando del 18,8% en el año 2000 al 7,9% en 2022. Esto refleja una clara tendencia hacia la reducción del tiempo de trabajo en las últimas dos décadas.

Impacto Potencial de la Propuesta de 37,5 Horas

Si la propuesta del Ministerio de Trabajo para reducir la jornada semanal a 37,5 horas se implementa, casi la mitad de los trabajadores, que actualmente tienen jornadas de hasta 38,5 horas, podrían beneficiarse con solo una hora o menos de ajuste. Sin embargo, el estudio indica que la mayoría de los sectores económicos tienen jornadas pactadas superiores a las 37,5 horas, y en algunos casos, como la hostelería, el comercio y la agroganadería, la media supera las 39 horas.

Sectores con Jornadas Reducidas

Únicamente ciertos sectores, como agua y saneamiento, finanzas y seguros, educación, administraciones públicas, e información y comunicaciones, tienen jornadas promedio inferiores a las 37,5 horas. Esto implica que la mayoría de estos sectores no se verían afectados significativamente por la medida.

Desafíos para las Pymes

Cepyme ha advertido que las pequeñas y medianas empresas podrían enfrentar dificultades significativas con la implementación de la reducción de jornada, especialmente debido a una baja sostenida en la productividad, que ha caído durante cinco trimestres consecutivos. Esto, según la organización, aumenta los costes laborales por unidad producida y reduce los recursos disponibles para la inversión.

Negociaciones y Obstáculos

Tras casi un año de negociaciones, la CEOE se ha desvinculado de la propuesta, dejando al Ministerio de Trabajo con el apoyo de CCOO y UGT, pero con una difícil negociación por delante tanto dentro del Gobierno como en el Parlamento. Se necesita el respaldo de grupos clave, como Junts, que aún no ha definido su posición.

En resumen, aunque la reducción de la jornada laboral busca mejorar las condiciones de los trabajadores, su implementación enfrenta retos económicos y políticos, con un impacto significativo en ciertos sectores y en la estructura laboral del país.