‘Adolescencia’, la serie de Netflix que sacude conciencias: ficción inspirada en verdades incómodas
Una miniserie que impacta por su crudeza y cuestiona el rol de los padres en la era digital. No es un caso real, pero sí refleja hechos muy reales
‘Adolescencia’, la miniserie británica que ha generado un terremoto emocional en los espectadores desde su estreno en Netflix, se ha convertido en uno de los mayores fenómenos televisivos del año. Su historia, inquietante y profundamente humana, no deja indiferente a nadie: un niño de 13 años, Jamie Miller, es arrestado por asesinar a su compañera de clase. Pero la pregunta no es quién lo hizo, sino por qué.
A lo largo de sus cuatro episodios, rodados en impactantes planos secuencia sin cortes, la serie bucea en el núcleo emocional de una familia común y corriente que, como muchas en la actualidad, se ve sobrepasada por la complejidad del mundo digital y las nuevas formas de violencia.
¿Es una historia real?
Aunque muchos espectadores han creído ver en Adolescencia una dramatización de algún crimen específico ocurrido en Reino Unido, los creadores de la serie han sido claros: la serie no está basada en un caso real concreto, pero sí en una preocupante sucesión de hechos reales.
El actor y creador Stephen Graham, quien también interpreta al padre del protagonista, explicó que la idea nació tras leer diversas noticias de adolescentes implicados en actos violentos, muchos de ellos vinculados a la radicalización en internet, la cultura misógina y el consumo de ideologías extremistas.
“Me impactó profundamente leer sobre un niño que apuñaló a una niña hasta matarla. Pensé: ‘¿Qué está pasando?’ Y luego volvió a suceder, y volvió a suceder...”, comentó Graham en entrevista con Netflix Tudum. “Esto podía pasar en cualquier familia. Quise entender por qué.”
Inspiración en casos reales y una sociedad en crisis
La historia de Jamie está inspirada en una serie de sucesos verídicos, como el asesinato de Ava White, una niña de 12 años apuñalada por un adolescente en 2021, o los casos de violencia cometidos por jóvenes que han sido influenciados por la llamada "manosfera", una red online que promueve una masculinidad tóxica y hostil hacia las mujeres.
El guionista Jack Thorne afirmó que, más allá de un crimen en particular, la serie refleja un patrón creciente: jóvenes varones captados por discursos de odio en redes sociales, especialmente vinculados al movimiento incel (célibes involuntarios).
También se mencionan como referentes casos como el de Jake Davison, quien mató a cinco personas en Plymouth en 2021, tras declararse seguidor de la ideología incel.
Polémica: ¿se alteró la identidad del asesino?
En redes sociales, la serie también ha sido blanco de acusaciones. Algunos usuarios afirman que los creadores “blanquearon” la historia al hacer que el asesino fuera blanco, cuando supuestamente se inspiraron en crímenes reales cometidos por jóvenes negros. Sin embargo, esta narrativa ha sido desmentida por los propios responsables del proyecto, quienes sostienen que Adolescencia fue escrita y grabada antes de que ocurrieran esos crímenes recientes, como el triple asesinato de Southport.
La serie, según explican, no es una adaptación de ningún caso específico, sino una construcción ficticia basada en hechos que han ocurrido —y siguen ocurriendo— en Reino Unido y otras partes del mundo.
La influencia de internet y el silencio de los adultos
Uno de los temas centrales de Adolescencia es la incapacidad de los adultos para ver lo que sucede en el mundo emocional y digital de los adolescentes. Jamie, como muchos jóvenes hoy, vive aislado en su habitación, pero conectado con discursos peligrosos en foros misóginos.
La serie muestra cómo la falta de diálogo, la ausencia emocional de los padres y una educación afectiva deficiente pueden ser factores determinantes en la construcción de una personalidad vulnerable a la radicalización.
“La historia de Jamie nos obliga a mirar hacia adentro: ¿cómo estamos criando a nuestros hijos?”, afirmó Graham. “Tal vez la culpa no es de uno solo, sino de todos: la familia, la escuela, el sistema.”
Un espejo social: crudeza y realismo
La crítica ha elogiado la serie por su valentía y realismo. Filmada en tan solo una semana, sin cortes de cámara, la dirección de Philip Barantini sumerge al espectador en una tensión emocional constante, mientras que las actuaciones —en especial la del debutante Owen Cooper como Jamie— han sido aclamadas como sobresalientes.
El mensaje es claro: la violencia juvenil, la misoginia digital y la desconexión familiar son una bomba de tiempo. Adolescencia no busca responder todas las preguntas, sino hacer que nos las planteemos como sociedad.
Adolescencia no es un documental ni una dramatización de un caso específico. Es, en palabras de sus creadores, una ficción construida sobre la base de una realidad brutalmente reconocible. Su éxito —más de 66 millones de visualizaciones en solo dos semanas— confirma que ha tocado una fibra sensible.
Mientras el debate social se enciende, lo que queda claro es que Adolescencia ha abierto una conversación necesaria sobre cómo estamos acompañando a nuestros hijos en un mundo donde la radicalización puede comenzar con un simple clic.