Sánchez rompe su silencio tras el informe de la UCO: pide perdón, anuncia auditoría externa y una reestructuración del PSOE

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido esta tarde de forma extraordinaria desde la sede del PSOE en la calle Ferraz tras conocerse el devastador informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que vincula directamente a su ya ex secretario de Organización, Santos Cerdán, con el presunto cobro de comisiones ilegales en el marco del conocido como caso Koldo.

En una intervención cargada de autocrítica, Sánchez ha reconocido que pidió personalmente la dimisión de Cerdán esta misma tarde, tras acceder al contenido íntegro del informe de la UCO, y ha asumido su “responsabilidad política plena” por haber confiado en una persona ahora bajo sospecha: “No debimos confiar en él”, ha dicho con contundencia.

“Perdón a la ciudadanía y a los militantes del PSOE”

“Quiero pedir perdón a la ciudadanía, a los militantes y a los simpatizantes del Partido Socialista”, ha comenzado Sánchez, visiblemente afectado, para luego insistir en que hasta esta misma mañana desconocía el alcance del informe. “Me enteré por los medios de comunicación, y fue entonces cuando tomé la decisión de actuar”, explicó, refiriéndose al contenido de las conversaciones grabadas por Koldo García en las que se apunta a una presunta gestión de pagos ilegales por parte de Cerdán, con cifras que superan los 620.000 euros.

Pese a que en los últimos meses se habían vertido rumores sobre la implicación de Cerdán en la trama, Sánchez defendió que no existía indicio alguno que justificase su cese hasta ahora. “Los indicios aparecidos hoy son graves, muy graves”, reconoció.

Auditoría externa y reestructuración de la Ejecutiva Federal

Como respuesta política inmediata, Sánchez ha anunciado la puesta en marcha de una auditoría externa de las cuentas del partido, a pesar de que el Tribunal de Cuentas ha emitido hasta ahora informes favorables al PSOE. Asimismo, ha confirmado que impulsará una reestructuración profunda de la Comisión Ejecutiva Federal, que se abordará en el próximo Comité Federal previsto para el 4 de julio.

El presidente ha descartado una crisis de gobierno, asegurando que esta trama afecta exclusivamente al ámbito orgánico del partido, no al Ejecutivo, y ha dejado claro que no contempla una convocatoria anticipada de elecciones generales: “No habrá elecciones hasta 2027”.

Decepción y defensa del proyecto político

Sánchez ha descrito su estado como de “enorme decepción” al haber sido engañado por una persona de su máxima confianza. Santos Cerdán ha sido uno de sus colaboradores más cercanos desde el ascenso del actual secretario general en las primarias de 2014. “He trabajado con él codo con codo durante once años”, ha reconocido.

Sin embargo, ha subrayado que “esta situación no define a todo el proyecto político del PSOE”, al que ha defendido como un instrumento de regeneración democrática, transformación social y progreso económico: “Este proyecto va más allá de mí, y de cualquier persona concreta”.

Sobre las primarias de 2014 y la limpieza interna

Uno de los aspectos más sensibles revelados por el informe de la UCO es un presunto amaño en las primarias socialistas de 2014, en las que Sánchez fue elegido por primera vez como secretario general. El informe recoge un mensaje de Santos Cerdán a Koldo García instándole a introducir papeletas de votantes ausentes.

Preguntado al respecto, Sánchez ha restado peso al episodio, aunque ha reconocido su malestar: “Me decepciona mucho, pero estamos hablando de dos votos frente a más de 130.000 militantes”. Ha asegurado que los procesos de primarias en el PSOE “cuentan con todas las garantías democráticas”.

“La respuesta será contundente”

El presidente ha querido dejar claro que la reacción del PSOE ha sido inmediata y ejemplar, frente a lo que considera una estrategia de acoso político por parte de la oposición y ciertos medios: “Hay organizaciones que reaccionan y otras que ocultan”, ha dicho en alusión velada al Partido Popular.

Finalmente, ha insistido en que su partido asume sus responsabilidades sin dilación, mientras exige el mismo nivel de exigencia a otras formaciones políticas. “La política debe ser limpia. Yo he creído siempre en eso, y así seguirá siendo”, concluyó.

Con esta comparecencia, Sánchez busca contener el daño político de una crisis que amenaza con erosionar gravemente su credibilidad y la del partido. La evolución judicial del caso marcará los próximos movimientos tanto en Ferraz como en Moncloa, en un momento delicado para el Gobierno y su frágil mayoría parlamentaria.